Córdoba no llegó al máximo histórico de paro, como sucedió con España, pero se acercó mucho a este mal dato. La provincia cerró su peor año laboral al finalizar el cuarto trimestre del 2011 con 122.600 parados, 14.200 más que 12 meses antes. Y eso que acumula dos trimestres de reducción del paro desde que se alcanzara el máximo de la serie de la Encuesta de Población Activa (EPA) en el segundo trimestre del 2011, con 128.000 desempleados. Pese a esto, casi una de tres personas buscan un trabajo (31,7%), una tasa que supera la media nacional (22,85%) y la andaluza (31,23%). El problema se agrava en el caso de la mujer, pues el porcentaje de desempleo alcanza al 35,5% en la provincia.

Todos los sectores económicos, a excepción de la construcción, han incrementado la cifra de desempleados en el último ejercicio, destacando los 31.600 de servicios y los 23.600 de la agricultura, mientras que hay 6.700 en la construcción, 5.900 en industria y 9.000 personas que buscan su primer empleo.

Desde el inicio de la crisis el número de ocupados ha caído significativamente. Si en el cuarto trimestre del 2007 había 302.800, en la actualidad se ha reducido hasta 263.800. En este periodo, el desempleo ha afectado más al hombre, al crecer de 21.000 a 61.600, mientras que en la mujer ha pasado de 32.500 a 60.900.

PROBLEMA FAMILIAR El cuarto trimestre finaliza con 39.400 hogares con todos sus miembros parados. Esta cifra es la segunda más alta de la serie histórica (43.400 en el tercer trimestre del 2011) y la más elevada al término de un año. La EPA recoge que en la provincia hay 51.700 familias en las que hay desempleados y trabajadores. Desde el inicio de la crisis se ha producido un espectacular incremento del número de hogares con todos sus miembros sin trabajo. En el cuarto trimestre del 2007 la cifra era de solo 16.000, que contrasta con los 39.400 de ahora.

El profesor de macroeconomía de ETEA, Pedro Pablo Pérez, afirmó ayer que la EPA destaca negativamente el dato de los recién incorporados al mercado laboral y los que han perdido su empleo hace más de un año: "No hay capacidad económica para absorber esas incorporaciones". Además, considera que en Andalucía y Córdoba "se sigue percibiendo una huida de trabajadores de la construcción a otros sectores, especialmente el agrícola, que ha absorbido buena parte del desempleo". Sin embargo, el profesor de ETEA estima que ese dato positivo del cuarto trimestre "podría inducir a error por su estacionalidad".