Pedro Soldado, delegado diocesano para hermandades y cofradías de la diócesis de Córdoba, manifestó ayer a este diario que la decisión adoptada "ha sido tomada tras un laborioso estudio por parte de los juristas del Obispado", quienes se han basado, como es lo normal en estos casos, en el código de Derecho Canónico, el Estatuto Marco para hermandades y cofradías y las reglas vigentes de la propia hermandad de las Angustias.

Soldado relata que antes de llegar a la situación que se ha desatado, se ha llamado al diálogo a ambas partes, tanto a la hermandad como a los hermanos que impugnaron los resultados del cabildo.

El delegado diocesano de cofradías concreta que a lo largo de estos meses se han manteniendo distintas reuniones de conciliación con el fin "de cerrar flecos y posteriormente convocar un nuevo cabildo", sin embargo, no se ha llegado a ningún acuerdo.

Pedro Soldado quiso matizar que "ni él ni el Obispado tienen ninguna opinión acerca de que la hermandad este en un lado o en otro", Soldado señala que la decisión está ahora "en manos de la hermandad" quien tiene la legitima potestad de "someter a los hermanos a una nueva votación o bien recurrir", "pienso que es una hermandad seria y madura y ella sabrá lo que tiene que hacer" concluye Pedro Soldado.

Por su parte, Juan Villalba, presidente de la Agrupación de hermandades y cofradías, se mantiene cauto ante esta situación, si bien señala que "lamenta que haya problemas de este tipo en la hermandades y que no se solucionen con el diálogo".