La hermandad de las Angustias se fundó en el convento de San Agustín en 1558 y desde entonces nunca ha interrumpido su actividad de culto, por lo que es la decana de las cofradías cordobesas. Sólo abandonó una vez su sede, entre 1810 y 1815, al estar ocupada San Agustín por las tropas francesas. En este tiempo, las imágenes recibieron culto en San Nicolás de la Villa.

En 1961, la junta de gobierno de la cofradía decidió el traslado a la iglesia de San Pablo, un hecho que creó un fuerte descontento entre los vecinos del barrio. Sin embargo, el recuerdo de San Agustín seguía presente en el seno de la cofradía y así, en 1995, la hermandad decidió volver a pasar el Jueves Santo por su antigua sede. Fue en este momento cuando la idea de regresar estuvo más presente.

No obstante, aún había un gran escollo por resolver como la restauración del templo, cerrado por obras desde mediados de los años 80. En el 2009 la Junta de Andalucía concluye la restauración y pocos meses después la Virgen de las Angustias vuelve a San Agustín, en esta ocasión lo hacía para la exposición dedicada a la hermandad por su 450 aniversario. La Virgen no pasó desapercibida entre la vecindad, que recogió más de 6.000 firmas para pedir su vuelta.

Con el apoyo de un barrio y con el beneplácito de los Dominicos, el pasado 2 de octubre la hermandad convoca un cabildo de hermanos donde, con 110 votos a favor, 74 en contra y 2 en blanco, se aprobó el traslado definitivo a San Agustín.

Si bien, días después un grupo de hermanos impugnaron ante el Obispado el resultado del Cabildo, según estos, y amparados en las reglas vigentes de la cofradía, no se cumplían con los dos tercios necesarios para llevar a cabo un cambio de sede, justo lo que ha ratificado el Obispado.