La delincuencia organizada ha encontrado desde hace tiempo un filón en el sector de la joyería cordobesa y el sábado estuvo a punto de perpetrarse el undécimo atraco a un establecimiento en los últimos cinco meses. Al igual que en otras ocasiones, el local elegido estaba en pleno centro de la ciudad y los ladrones escogieron un momento en el que las calles estaban vacías, ya que el intento se ejecutó durante el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona. Un sofisticado sistema de alarma impidió el robo.

El objetivo de estos delincuentes era la firma José Bohollo, situada en la zona de La Trinidad de la capital cordobesa, y según manifestó ayer a este diario su gerente, José Angel Bohollo, se trataba de "auténticos profesionales". Lo primero que hicieron fue cortar la línea telefónica situada en la fachada del edificio, en plena calle y a unos tres metros de altura. "Hicieron lo posible por anular los sistemas de seguridad", señala este industrial, pero "nosotros instalamos un sistema novedoso después de los incidentes que se vienen produciendo desde el verano, que ha dado su resultado".

Una vez que cortaron los cables se emplearon con la puerta de la calle, que reventaron, y luego con la de acceso a la oficina, que también destrozaron, y pasaron al interior para romper la centralita telefónica. Y hasta ahí llegaron. Los ladrones tuvieron que ver algo raro porque desistieron y se marcharon a toda prisa antes de llegar a la caja fuerte. "La tecnología punta de la alarma" envió aviso a la central y en "menos de tres minutos llegaron los vigilantes de seguridad y la Policía". "Escaparon por segundos", dice Bohollo.

La cámara de videovigilancia de este establecimiento grabó este intento de robo con fuerza y la Policía Nacional dispone de este material para empezar a investigar. Bohollo no quiso desvelar cuántas personas intervinieron en esta actuación, pero sí dijo que iban cubiertas. "Se les ve lo suficiente" para que los agentes encargados de la investigación dispongan de pistas.

DESINFORMADOS Pero el mayor fallo de este grupo de ladrones fue que "no tenían actualizada la información" porque "aquí solo tenemos una oficina administrativa y los objetos de valor están en nuestras instalaciones del Parque Joyero". Bohollo es una firma con más de 50 años de tradición en la fabricación de medallas, cadenas, pulseras, etcétera, en plata y oro y en su página web avisa de que "les

atenderemos en el Parque Joyero", si bien hasta hace poco la casa de La Trinidad servía de almacén de joyería.

Este empresario recomienda a sus compañeros de profesión que "hablen con sus compañías de seguridad" para instalar un sistema que disuada a los delincuentes y acabe con esta oleada de robos, la peor que se conoce desde hace muchos años, e insiste en que el Parque Joyero "es el lugar idóneo, por su seguridad" para talleres, mayoristas y minoristas.

Según se deduce de las palabras de Bohollo, no parece que haya elementos comunes que conecten este intento de asalto con el resto de incidentes registrados en los últimos meses, aparte de la profesionalidad. En este punto ya han discrepado los representantes del sector, aglutinado en la Asociación Provincial de Joyeros, Plateros y Relojeros, y las fuerzas de seguridad.

UNO O VARIOS Mientras que el presidente del gremio, Manuel Berral, señalaba hace unos días, justo después de que reventaran la cámara de seguridad de una fábrica en el polígono industrial de El Granadal de la capital cordobesa, que estos grupos "por la forma de actuar no parecen chorizos sino que debe haber una banda organizada", el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, insistía en que "analizando caso por caso no hay elemento común denominador", por lo que, como ya declaró en la reunión que ambas partes mantuvieron el pasado mes de octubre, apostó por la autoría de diversas personas y no de una sola banda.