El misterio de Elche, un drama sacro-lírico religioso que recrea la Asunción y Coronación de la Virgen María, que se celebra el 14 y 15 de agosto, cumple este año su décimo aniversario como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, siendo la primera propuesta que consiguió el título en España poco tiempo después de que la Unesco abriera ese apartado. Joan Castaño, archivero del Patronato del Misterio de Elche, considera que esta declaración ha provocado "una mayor afluencia de gente a la ciudad durante los días que se celebra la fiesta", por lo que en el aspecto turístico "la ciudad ha ganado más que la propuesta", que ahora tiene "ciertos problemas" para atender la demanda. "La complicación que tiene el Misterio de Elche es que el espacio donde se celebra, la basílica de Santa María, tiene una capacidad reducida". Según Castaño, económicamente gana la ciudad, mientras que la manifestación religiosa ha obtenido más protección, lo mismo que dice LLuis Puch sobre los Castellers, que siguen sosteniéndose a través de las asociaciones. "Nosotros estamos un poco al margen de los beneficios económicos que se crean", aunque desde que tiene el título se muestran al público, que paga una entrada, los ensayos generales que se realizan los días previos. Castaño señala que el título provocó la aprobación de una ley específica de la comunidad valenciana de protección al Misterio y también ha supuesto la renovación del patronato que gestiona la tradición.