El Ayuntamiento no retiró ayer finalmente la candidatura de la Fiesta de los Patios de Córdoba, como anunció el domingo, lo que provocó que, como se temía, fuera rechazada. Pero al mismo tiempo, y gracias a una medida excepcional del Comité del Patrimonio Inmaterial de la Unesco, ha conseguido la posibilidad de volver a presentarla el año próximo. Esta ha sido sin duda la mejor opción, ante la imposibilidad de obtener el reconocimiento tras el informe oficial de rechazo del comité asesor. Una imposibilidad, reconocida por el propio equipo de gobierno, sobre todo en los últimos días, que mostraría que la estrategia seguida ante la Unesco no ha sido quizá la más acertada.

En el caso de retirarse no hubiera podido presentarse hasta el 2013 (dos años después) y en caso de que el comité hubiera rechazado el contrainforme elaborado a principios de mes, que finalmente no se vio, hubiera tenido que esperar hasta 2014 (tres años) para volver a presentar la solicitud totalmente reformulada. Sin dejar de insistir en la bondad de esta salida, como argumentan las tres administraciones implicadas en la defensa de la candidatura --Ayuntamiento, Junta y Gobierno central--, está claro que algo ha fallado en el proceso, aunque no quieran señalarlo; si no, cómo explicar el revés del rechazo de la Unesco.

Equipo de Gobierno municipal y propietarios insisten en la calidad del informe elaborado en defensa de los patios, pero cuesta entender que, si es tan bueno, la Unesco no lo entienda y desde la propia candidatura se haya elaborado un contrainforme. Así las cosas, el alcalde aseguró ayer que "o no hemos sabido explicárselo a la Unesco o no nos han entendido", hablando de la necesidad de adaptar el informe "al lenguaje de la Unesco", de lo que se deduce que no se ha acertado en la defensa de los patios. En cualquier caso, si el informe se ha rechazado, parece obvio que algo habrá que mejorar. Hay muchas incógnitas que nadie desvela y sería preciso resolver. Por ejemplo: ¿Por qué no fue nadie a Bali? ¿Los representantes que envió el ministerio eran los más idóneos? ¿De dónde eran? ¿Qué sabían de Córdoba? ¿Qué tipo de defensa se ha hecho? Todas esas incógnitas denotan la falta de transparencia informativa que ha caracterizado desde el ministerio la última fase de este proceso. Habrá que resolverlas antes de noviembre del 2012.