La unidad de violencia de género de la Subdelegación del Gobierno hizo públicos ayer los datos de la provincia sobre esta lacra en lo que va de año y que constatan un aumento de los casos respecto al anterior. En Córdoba, además, hay que lamentar el homicidio en el mes de mayo de la ecuatoriana Johanna Marlene Ortiz, que engrosa la lista de mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas en toda España y que asciende ya a 54.

En la provincia, en concreto, se registraron 1.006 denuncias frente a los 861 del 2010, de las que 364 corresponden a maltratos psíquicos y 642 a maltratos psíquico-físicos. La denuncia activa todo un engranaje, que culmina en el juicio, y son las fuerzas de seguridad del Estado las que efectúan las detenciones y seguimientos. Este año, se han producido ya 762 detenciones, frente a las 642 del 2010. A esta cifra hay que añadir el número de denuncias de víctimas que ya tenían orden de protección, que ha sido de 101.

Las denuncias por grupos de edad se mantienen en la tónica de años anteriores. Se acumulan el mayor número de denuncias por parte de mujeres de edades comprendidas entre los 31 y 40 años, que representan el 34%, seguidas de las de 21 a 30 años, con el 29%. De 41 a 50 años alcanzan el 19,6% y las mayores de 50 años, el 9,8%. Las menores de 21 años supusieron el 7%.

Otra manera de clasificar los casos de violencia de género es a través del sistema informático de seguimiento integral, que establece un nivel de riesgo, que va desde el extremo hasta el riesgo no apreciado, pasando por bajo, medio y alto riesgo. En Córdoba hay 996 mujeres con orden de protección (ninguna de ellas con riesgo extremo), mientras que 12 son de riesgo alto, 99 de riesgo medio, 280 de riesgo bajo y 609 con riesgo no apreciado. Solo en la capital, hay 528 órdenes de protección y 468, en la provincia. El Servicio Atenpro (teléfono de atención y protección) tiene 159 usuarias cordobesas, 67 de ellas en la capital y 92 en la provincia. Además, existe también un sistema de seguimiento por medios telemáticos de las medidas de alejamiento conocidos como pulseras, de las que solo hay cinco instaladas.

Durante el curso 2010-2011, se han llevado a cabo 24 intervenciones en centro educativos, con el formato de mesas redondas, que permiten exponer ante los alumnos una visión completa de este problema. En la composición de dichas mesas, además de los representantes de la unidad de violencia de género y los diferentes cuerpos policiales, se ha contado con la intervención de una psicóloga y con testimonios de mujeres que han sufrido y superado la violencia de género.