Córdoba se unió por tercer año consecutivo a La hora del planeta , una iniciativa impulsada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para concienciar a la población sobre el cambio climático. Durante sesenta minutos, entre las 20.30 y las 21.30 horas, edificios como la Mezquita Catedral o la Torre de la Calahorra, las dependencias de Canal Sur, todos los edificios administrativos de la Junta de Andalucía y la sede de Correos y otros 35 centros más de la empresa se quedaron sin iluminación. WWF celebró diversas actividades junto a la Torre de la Calahorra. Así, junto a las interpretaciones musicales de la orquesta infantil del Conservatorio de Córdoba, repartieron fruta ecológica, se celebró el juego del planeta con los niños, confeccionaron un mural con 60 consejos y se informó a las numerosas personas que pasearon por el entorno. La portavoz de WWF en Córdoba, Susana Checa, afirmó que este acto "quiere llamar la atención de la población sobre las consecuencias del cambio climático". La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, animó a los españoles a sumarse a la iniciativa "para poner luz al futuro". Aguilar recordó que la sede del ministerio en Madrid se sumó a la iniciativa y apagó las luces. La ministra cordobesa señaló que la iniciativa muestra que todos los ciudadanos pueden aportar "su granito de arena" en la lucha contra el cambio climático en las actividades de su vida cotidiana.

Junto a la Mezquita, los principales monumentos andaluces y algunas calles comerciales de las ciudades se quedaron a oscuras. Así, durante estos sesenta minutos se apagaron la Alhambra de Granada, la Catedral y la Giralda de Sevilla. A estos enclaves se unieron también la Puerta de Alcalá, la Sagrada Familia, la Muralla de Avila o el Acueducto de Segovia.

En el resto del planeta, lugares emblemáticos como la Muralla China, el reloj Big Ben británico o las zimabuas cataratas Victoria apagaron también sus luces. En esta edición participaron 130 países. La neozelandesa Isla Chatham fue la más madrugadora en la andadura de esta campaña y le siguieron Fiyi y otros países del Pacífico, como Indonesia, Filipinas, Tailandia o Australia. Sídney, la ciudad en la que nació esta iniciativa, apagó sus luces y, a ella, fue añadiéndose el resto del país. Pekín apagó durante una hora las luces nocturnas del tramo más conocido de la Muralla China y Shanghái hizo lo propio con sus rascacielos. Más información en la página 70.