No sé si es porque estamos llegando al final del camino o porque en algún momento de lucidez el sueño se desvanece, pero es ahora cuando muchos se preguntan qué pasará si Córdoba no consigue alzarse con el título del 2016. ¿Se parará la ciudad? ¿Quedará todo en agua de borrajas? Es mejor no pensarlo o, como mucho, llegar a la conclusión de que lo vivido, vivido está y la inversión que se haga permanecerá. Y sigamos soñando, que es barato.