La eliminación de la avenida del Alcázar, entre el puente de San Rafael y Santa Teresa de Jornet, será una de las actuaciones de mayor calado. Persigue restituir este espacio a la imagen que tenía antes de los cincuenta del pasado siglo, cuando era un jardín que fue destruido al construirse la carretera nacional. Tras la intervención, la avenida será peatonal, ya que se convertirá en una zona ajardinada que se extenderá hasta las murallas sur y oeste, que se rehabilitarán, y que incluirá la huerta de Caballerizas, que puede acoger actividades culturales y ecuestres. Las naves existentes en la huerta desaparecerán y solo se podrá utilizar su huella para futuras edificaciones, que están muy limitadas, ya que el subsuelo está plagado de restos arqueológicos.

Otra de sus propuestas es recuperar elementos perdidos como la Puerta de los Sacos y la parte de la muralla que hubo bajo el puente de San Rafael, y recobrar el acceso al Alcázar por la Ribera, por la puerta barroca. El plan también piensa en el futuro de la avenida del Corregidor.

El PEAC plantea recuperar un antiguo pasadizo del siglo XIV entre el Alcázar --que será más accesible-- y Caballerizas Reales. También prevé recobrar y mostrar el Patio de las Mujeres del Alcázar.