Hace apenas un año, jueces y secretarios judiciales de Córdoba se sumaron a la primera huelga de ese estamento en España. Por eso, para el juez decano, Luis Rabasa, el tijeretazo es "simplemente insultante porque no solo no nos han mejorado las condiciones de trabajo, sino que nos han bajado el sueldo". Desde el 2003, los jueces tienen congeladas las nóminas.