"Lo que menos se ha rebajado han sido las secadoras. Se las llevan como rosquillas", confiesa el empleado de una gran superficie de electrodomésticos que, sin querer entrar en la política comercial de su empresa, daba cuenta así de la situación que viven las casas cordobesas tras casi un mes entero de temporal. Y es que pronto se cumplirán cuatro semanas en la que ha habido lluvia y ambiente cálido, lluvia y viento, lluvia y frío y hasta lluvia y nieve... pero, sobre todo, lluvia.

"Con la ropa tendida no se puede estar en el salón con la humedad", afirma María Jesús Martínez, una ama de casa con tres hijos que vive en Ciudad Jardín y para la que la colada diaria se ha convertido en un problema cotidiano. A sus 46 años, y a pesar de no haber manejado internet en su vida "ya uso de maravilla la página web de la Aemet para enterarme cuándo puedo tender la ropa. Y eso que siempre dicen que va a llover", afirma.

El caso es que el respiro que dio el tiempo ayer permitió a muchos retomar algo de la actividad normal y cotidiana, como se vio en las calles comerciales del Centro, en plenas rebajas. Otros pudieron hacer balance de daños, ya sea en elementos de la vivienda que se han puesto a prueba por el agua (es el caso de las inundadas parcelaciones de Cuevas de Altázar) o en infraestructuras de ciudad. Un ejemplo de esto último lo ha dado el presidente de la asociación de vecinos Amanecer de Fátima, Jesús Espejo, que muestra su pesar por el retraso que lleva la construcción del parque de Levante, una obra que, encima, se ha visto seriamente dañada por la crecida del arroyo Pedroches.

Y por supuesto, están los problemas en el campo. La lluvia augura una cosecha extraordinaria de ciertos cultivos, pero la recogida de la aceituna se ha convertido en una pesadilla y la campaña de cítricos, particularmente en Palma del Río, se está arruinando. Ayer, UPA aprovechaba el respiro del tiempo para cifrar en 855 millones de euros los primeros daños detectados en cultivos en toda Andalucía, particularmente por una reducción del aforo de cosecha cercano a las 150.000 toneladas de aceite de oliva, ya que en algunas comarcas, también de Córdoba, se ha caído hasta un tercio de la cosecha. Otras pérdidas vienen por daños en infraestructuras agrarias y caminos, ahogamiento de ganado, o, en cereales, desbordamiento de arroyos y arrastre de abonos que incrementan los gastos.

En fin: puede que nunca llueva a gusto de todos. Pero es seguro que hoy seguirá lloviendo sobre todos bien a gusto.