Hasta que se ponga la primera piedra del Centro de Congresos (y parece que aún va para largo), seguramente no volverá a verse en el distrito Sur a tantos cargos juntos. La presentación del ambicioso Plan Urban Sur en la antigua Escuela de Magisterio (que será la joya de la corona de programa) estuvo salpicada de anécdotas, comenzando con el curioso regalo para cada uno de los asistentes que encargó Valentín Priego, el concejal responsable del proyecto: un trozo de soga "¿Para ahorcarse?", bromeaban algunos a la entrada al acto.

No. En su intervención, Priego explicó la simbología del regalo, que no estaba en los orígenes del popular barrio de La Guita ni en el papel que jugará el Cordel de Ecija, sino en la necesidad de que cada pequeño trozo de soga, "que individualmente no es nada", se ate y se una al de los compañeros "para formar una cuerda más larga, para tejer una red" y aunar esfuerzos.

Y como prueba de que en el Plan Urban colaboran todos, otra anécdota: en el vídeo de promoción del Plan Urban se ve paseando en una calle, en una imagen de recurso, al ex presidente provincial del PP Enrique Bellido, que, por cierto, estaba presente en la sala. El propio alcalde comenzó su intervención bromeando al respecto y agradeció su colaboración a Bellido.

El caso es que se notaba mucho orgullo vecinal, y no solo por las palabras, casi de euforia, de responsables como Luis García, presidente del consejo de distrito Sur, o José Rojas, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara. Valentín Priego, por ejemplo, recordó en su intervención que él se había criado en el distrito Sur. Al término del acto, la concejala Rosa Candelario también se reivindicaba. "Yo nací aquí al lado, en la calle Jaén" dijo, y, ya puestos, hasta el teniente de alcalde Tejada presumía porque "venía mucho de niño". Ya ven. Ayer, todo el mundo parecía tener su corazoncito al otro lado del Guadalquivir.