El sindicato Aspromonte aseguró ayer que el tiempo le da la razón, justificando sus recelos y demostrando que la fusión Cajasur-Unicaja, "auspiciada por la Junta de Andalucía", se basaba en "criterios de mantenimiento de poder político" y no en criterios económicos, por lo que apeló a la Junta (a la que responsabiliza de la situación, de la que culpa también al PSOE de Córdoba, que ha "abandonado" a la caja) y al Banco de España para que autoricen a Cajasur, como han hecho con otras entidades, a buscar otras opciones: otro plan de negocio, seguir en solitario, un SIP o fusión con otra caja, si bien valoró que la intervención "sería el peor escenario".

Aspromonte se congratula de que el consejo de Cajasur haya rechazado el plan de negocio elaborado por la consultora Boston Group como base de la futura Unicajasur, del que dijo que no tiene "credibilidad ninguna, como el hecho de estimar pérdidas de 528 millones de euros para este ejercicio, lo que es rotundamente falso" (estas pérdidas incluyen las importantes provisiones derivadas de la crisis inmobiliaria), y llegó a decir que se ha hecho con los criterios del cliente que lo ha encargado (Unicaja) y "para no ser aceptado", por entender que Braulio Medel, presidente de Unicaja, "nunca quiso realmente una fusión con Cajasur".

El presidente de Aspromonte, Nacho Torres, leyó un comunicado y atendió a las preguntas de los periodistas. Dijo no ser quién para valorar si la fusión está rota, aunque "a día de hoy, en estos términos, está rota", aludiendo a los 988 despidos que prevé el plan de negocio para Cajasur, casi un tercio de su plantilla. Ese plan es, añadió "un asesinato", y recordó que los empleados de Cajasur "han demostrado ser un activo para la entidad". Aspromonte asume que hay un excedente, pero no tan grande y, sobre todo, rechaza una fusión que perjudique a una de las partes y que corra el riesgo de no ofrecer condiciones no traumáticas para resolver los ajustes laborales.

Torres aseguró que si se hubiera hecho la fusión con Caja Murcia se podrían prejubilar trabajadores a los 53 años con el 87% del sueldo y cerrarían 10 oficinas, en vez de las 280 a que obligará esta fusión.

Además, Aspromonte sacó adelante ayer por mayoría en el comité intercentros el acuerdo de convocar una manifestación.