Ana es enfermera. No quiere decir dónde trabaja, pero tiene claro que, de momento, no se vacunará de la gripe A. "En medicina preventiva no nos han aconsejado que nos pongamos la vacuna y ha corrido la voz de que vamos a tener que firmar un documento para que nos hagamos responsables de que si sufrimos la gripe A quede claro que no hemos querido ponernos la vacuna", subraya. Según cuenta, en su centro de trabajo aún están a expensas de recibir más información, pues tampoco sus compañeros, a estas alturas, tienen clara la efectividad de la vacuna. Los médicos consultados por este periódico recomiendan a la población de riesgo vacunarse. Sin embargo, no se pronuncian si ellos mismos lo harán. Algunos han confirmado que no.

Rafael Posadas, funcionario del servicio de bomberos, también lo tiene claro. Con rotundidad rechaza la dosis que le corresponde. "A todas las vacunas les tengo reparo, ya que estoy en contra de que me metan el virus en el cuerpo, porque éste es suficientemente inteligente para saber reaccionar en caso de que llegue la enfermedad". Además, Rafael considera que estas vacunas son "un montaje de las multinacionales farmacéuticas", y se remite a estudios que dicen que "esta gripe es mucho menos dañina que la venimos padeciendo siempre".

José Ruiz, trasplantado de hígado y en pre-diálisis, aún no sabe si tiene que administrarse una dosis. Hoy llamará a su médico del hospital Reina Sofía para informarse. "Si me la aconseja me la pondré, porque si yo cojo el virus corro más riesgo de que se me complique mi enfermedad", exclama.

A finales de este mes Yolanda Herrera está previsto que dé a luz y no quiere convertirse ahora en conejillo de indias. "No me fío mucho de la vacuna y ante la duda prefiero cuidarme y seguir sin problemas en el embarazo". Según explica, su médico no le ha recomendado la inyección, que, por otra parte, a su madre, Mari Carmen Bermúdez, tampoco le atrae. Además, afortunadamente, su hija "no es muy propensa a gripes ni resfriados", subraya.

Este es también el caso de Miguel Eslava, que, con 84 años y diabético, tampoco quiere vacunas. Hace dos años se puso la estacional y "estuve resfriado seis meses", apostilla. "Ahora, como vivo solo, no corro riesgo de que nadie me contagie", exclama.

También Carmen Pérez, de 72 años, con innumerables enfermedades, asegura que en su vida se ha puesto una vacuna para la gripe y que ahora no le asusta esta nueva. "Aunque he trabajado en un puesto de pescado, junto al hielo y he pasado frío, no he sido de las que toso ni me refrío". En su opinión, lo que realmente ella necesita es vitamina B12. Curiosamente, muchos de los encuestados abogan por mejorar la alimentación para aumentar las defensas de su cuerpo. Y, sobre todo, ven fundamental regalarle al cuerpo más vitaminas.