El parón de las obras del aeropuerto ha tenido una gran repercusión por la importancia que tiene esta infraestructura, por su trasfondo social y por el tiempo que se lleva planeando. Más que los retrasos que pueden suponer en una actuación que ya es lenta de por sí, me preocupa la realidad que refleja y lo que aún está por venir. Los trabajadores del plan parcial de La Arruzafa también pararon en septiembre porque no cobraban. ¿Qué vendrá después?