Nada hay más natural que la muerte, de acuerdo. Es un trámite que pasaremos todos los vivos, y habrá que hablar del tema y de las cuestiones de intendencia que le son propias. Todo eso está muy bien, pero no me quita el yuyu de salir aquí, en este rinconcito, rodeada de cementerios. Por eso, mejor les hablo del tiempo: ¿Han visto qué calor hace, para ser noviembre? La dependienta del Horno de la Cruz me anticipó que nos íbamos a comer las gachas con abanico. Pues acertó.