No hubo ruptura. Las aguas volvieron a su cauce, aunque el río baja revuelto. La Junta de Andalucía aprobó ayer la reforma de la Ley de Cajas, que sigue disgustando a la entidad fundadora de Cajasur, pero ésta mantendrá su proceso de fusión con Unicaja, tras un consejo de administración extraordinario celebrado anoche en el que no se llegó a votar, sino que de decidió tácitamente continuar. Tras el consejo, un comunicado de Cajasur señala, en palabras de su presidente, Santiago Gómez Sierra, que la caja otorga "un voto de confianza al proceso de fusión" por "responsabilidad", a pesar de la "profunda decepción" que ha causado en la entidad fundadora el decreto ley con el que la Junta modifica la Ley de Cajas de Andalucía, y que se aprobó ayer en el Consejo de Gobierno.

La Junta introdujo a última hora en el decreto una modificación que especifica la cuota del Cabildo Catedral en la futura Unicajasur, pero no atendió otras reclamaciones de la entidad fundadora, que el lunes calificó el texto de "inasumible" y dijo que "descartaría una eventual fusión en los actuales términos" porque no ofrecían garantías para los acuerdos.

Una vez aprobado el decreto, en el Cabildo no parecieron suficientes los pequeños ajustes finales. Anoche se inició a las 21,30, un consejo de administración para analizar la situación, al que los consejeros acudían divididos. Hubo intervenciones críticas y otras de apoyo al presidente, pero no se llegó al conflicto, porque Gómez expuso sus argumentos y al final dijo que mantendrían la fusión con Unicaja. El vicepresidente tercero, Juan Ojeda, indicó después que había "distintas sensibilidades", pero el "acuerdo tácito" de continuar.

En su último comunicado, los patronos de Cajasur insisten en que que el decreto no ofrece "suficientes garantías para atender los acuerdos recogidos en el protocolo de fusión, lo que no le ayuda a defender, con la oportuna cobertura legal, sus principales prioridades: el empleo y su especial relación con Córdoba". Recuerdan que, pese a haber renunciado expresamente a las peculiaridades de su designación, el texto carece "de suficiente sensibilidad para preservar la destacada labor de la obra social de Cajasur en Córdoba a lo largo de casi siglo y medio". Y lamentan que se regulen ahora fusiones interregionales y figuras de cooperación entre cajas a las que a Cajasur se "denegó expresamente" la posibilidad de acogerse.

El comunicado alude, sin nombrarlo, a la carta remitida ayer por el presidente de Unicaja, Braulio Medel, en la que ofrece "garantías adicionales". En concreto, según fuentes del consejo, su compromiso de que, en caso de futuras fusiones, el reparto de la representación sería proporcional a la aportación inicial. Gómez Sierra lamentó que "no se hayan incluido en el texto legal aprobado esta mañana". Pese a ello, añadió que seguirá "trabajando en el proceso de fusión" por responsabilidad con sus empleados y con Córdoba y "con el mismo compromiso de lealtad".

LA CONSEJERA El resultado final explica la reacción moderada que tuvo por la mañana la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, al comunicado de Cajasur. Aguayo indicó que "todos los procesos negociadores con cambios profundos están sometidos a tensiones" por lo que "lo considero hasta natural". Es, añadió, "fruto de una negociación en marcha, no le doy importancia". No quiso valorar lo que ocurriría si Cajasur rompiera su fusión con Unicaja (ni contestar si corría riesgo de intervención por el Banco de España), aunque confió "en el comportamiento responsable" de los dirigentes de las cajas.