José Antonio Griñán ha estado vinculado al Gobierno de Chaves, y a su persona, por ser viejos amigos, gran parte de los 19 años que ha gobernado el ahora vicepresidente segundo del Gobierno. En los últimos años, ha habido dos hombres fuertes ligados al ex presidente de la Junta, uno era Griñán y el otro Gaspar Zarrías. La elección del primero como sucesor corría el riesgo de ser interpretada como un gesto de continuismo. El 39,5% de los entrevistados lo ha entendido así, aunque casi la mitad considera que con Griñán se ha iniciado un nuevo ciclo político en Andalucía. En este tema, las mujeres están más seguras de que habrá un cambio de rumbo (50,8%), frente al 47,5% de los hombres, que opina que se ha perpetuado el mismo estilo de gobernar.

Es preciso destacar un dato algo contradictorio. Los jóvenes de 18 a 29 años, los que menos conocen la figura pública de Griñán y, por tanto, menos se han atrevido a valorar su trabajo, se han mostrado convencidos de que habrá un renovado ciclo político en Andalucía. Un 53% de los jóvenes cree que el nuevo presidente, a pesar de ser de la misma generación de Chaves, dará un giro a la política andaluza. Esta conclusión, quizá, está condicionada por el hecho de que muchos de esos jóvenes no han conocido a otro presidente andaluz que no fuera Manuel Chaves. Por contra, los mayores de 60 años, que tan seguros se mostraron de la capacidad de Griñán, ignoran si se abre una nueva etapa. El 37,4% no está seguro de que vayan a producirse muchos cambios.

Por último, es interesante la valoración que hacen los simpatizantes de los partidos de la oposición. Los votantes de IU son los más convencidos de que se ha iniciado un nuevo ciclo (54%). El 43% de los simpatizantes del PP opina lo mismo, y sólo los andalucistas consideran que no habrá cambios notables entre el modo de gobernar de Griñán y el de Chaves. Así lo refleja el 61% de los encuestados. Por último el 59% de los votantes socialistas también defiende la idea de la regeneración política.