--Dos motivos me han llevado a tomar esta decisión tan importante en mi vida política y personal. La primera, por la coincidencia con las necesidades que marcó José Antonio Griñán en su investidura, objetivos que comparto y a los que decidí arrimar el hombro y aportar mi granito de arena. En segundo lugar, tenía la convicción profunda de que no debía estar el Alcaldía hasta el último día de este mandato municipal, lugar que, junto a Córdoba, siempre llevaré en mi corazón y a la que he dedicado 10 años de mi vida, a la que me he entregado en cuerpo y alma, con mis errores y mis aciertos, pero a la que me he entregado de pleno. (No puede evitarlo y llora). Yo no iba ser la candidata a la Alcaldía de Córdoba en el 2011 y estar en ese puesto hasta el último día sería restar posibilidades al próximo candidato.

--¿Quiere que paremos un momento?

--No, sigamos.

--¿Será Andrés Ocaña quién la sustituya?

--Todo parece indicar que sí. Soy muy respetuosa con las fuerzas políticas, pero mi amigo Andrés será un extraordinario alcalde de Córdoba.

--¿Para cuándo tenía previsto dejar la Alcaldía?

--Había pensado que en los primeros meses del 2010. Creo que de los sitios hay que marcharse y dar tiempo a que otros compañeros recojan el testigo. En más de una ocasión he pensado en la manera de hacerlo, pero siempre pensando en la ciudad y en mis compañeros de gobierno. Todo esto, aunque a algunos no lo puedan creer, es muy complejo y muy delicado. La salida de la Alcaldía se tenía que producir como ha ocurrido, en poco tiempo, porque a lo mejor, de otra manera, no hubiese sido capaz de adoptar esa decisión, porque siempre pesaba Córdoba. Ahora pesa igual, pero para trabajar por ella desde otro espacio.

--Usted estaba en una posición extraña en su organización. Por una parte, no quería asumir las riendas de IU y, por otra, era sumamente crítica con la coalición. ¿Hubiera abandonado IU de todas las maneras?

--Desde hace mucho tiempo se conoce públicamente mi situación difícil y complicada en IU; nunca lo he ocultado. Ha habido momentos en que mis discrepancias han sido manifiestas y también ha habido muchos momentos en que han sido manifiestas las discrepancias de la dirección de IU conmigo. He de confesar que los lazos de carácter humano, afectivos y de amistad que he mantenido con muchos compañeros me han retenido dentro de IU, pero es difícil perpetuar esa situación cuando en la balanza hay un cierto desequilibrio, cuando hay más desacuerdos que acuerdos. Yo he hecho esfuerzos por recuperar mi ilusión, pero en muchas ocasiones he visto y comprobado que esta IU no es la que era y yo quería que volviera a ser la que era. Me duele en el alma dejar la Alcaldía de mi ciudad, y mucho más así, de golpetazo, de un minuto para otro, y me duele dejar la organización en la que he participado durante muchos años, pero también tenía que estar tranquila políticamente conmigo misma y saber que en un momento determinado mi vida municipal tenía su punto y final. En los cargos no se puede uno eternizar.

--Será consciente de que ha dejado a IU sin su única cara verdaderamente conocida.

--En IU hay gente de mucha valía. Nadie es imprescindible. Ahora, desde el trabajo y la responsabilidad que voy a tener en el Gobierno andaluz, voy a tender la mano a todas las fuerzas políticas para trabajar desde el diálogo, el acuerdo y el consenso. Y lo voy a hacer desde una política de izquierdas, que vamos a llevar a cabo con IU.

--"Traidora y desleal". Los foros y los comentarios de los dirigentes de IU le aplican esos calificativos. ¿Siente que ha traicionado a la organización?

--Quienes han hecho esos comentarios desde IU saben que

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