La ampliación del aeropuerto va despegando poco a poco. El resultado de las negociaciones con los vecinos se ha saldado con un 85% de adhesiones a las ofertas hechas por AENA, que debe resolver el resto, así como la adquisición de fincas sin edificar.

Mientras el proceso culmina, y los vecinos hacen las maletas para abandonar sus hogares, AENA debe liquidar otro asunto pendiente, el de la adjudicación del edificio terminal, en el que los usuarios del nuevo aeropuerto aguardarán la llegada y salida de aviones, recuperando una actividad perdida ya en dos ocasiones. En junio hará un años que se cerró el concurso con 29 empresas interesadas, entre ellas Ferrovial, y su resolución, de momento, es un misterio.

La terminal tendrá tres puertas de embarque, por lo que podrán simultanearse tres vuelos, uno de ellos internacional. Como solo funcionará la planta baja, la entrada de los pasajeros al avión se hará por ahí, mediante la escalerilla móvil, es decir, sin pasarela de embarque. Eso sí, los autores del proyecto, el estudio de arquitectos Lamela y la empresa de ingeniería Ineco, han pensado en una ampliación futura que se llevará a cabo en la planta primera, en cuya fachada oeste, la que da a la plataforma de aviones, se colocará un dique de embarque que estará al mismo nivel que la puerta del avión. Allí esperarán los pasajeros para acceder a la aeronave.

El edificio tendrá tres áreas diferenciadas a doble altura, con espacios auxiliares y separadas por una pasarela colgada en la cubierta. Serán el vestíbulo de acceso, el de facturación y el de recogida de equipajes. La primera, de 1.130 metros, tendrá doble altura y permitirá al viajero dirigirse hacia facturación o a la zona de llegada de pasajeros. Tendrá bar, tienda y aseos.

Tras entrar al inmueble, a la derecha y separada por una pasarela, estará la zona de facturación, que albergará los mostradores para este fin. Allí se realizará la venta de billetes, por lo que estarán las oficinas de las compañías aéreas, además de cuartos de seguridad y otras instalaciones. Ahí irá también, pero con acceso independiente, el espacio para las autoridades, con sala de espera, despacho, oficio y aseo. Por último, el control de accesos se realizará bajo la pasarela que separará los dos primeros vestíbulos. El control contará con un paso directo para la tripulación, zona para la Guardia Civil y cuarto de cacheo. Desde esta sala, y a través de una puerta de acceso controlado, se llegará a la zona de servicio administrativo y funcional, es decir, meteorología, operaciones y tripulación. Además, estará el espacio conocido como handling , con despachos, almacenes, aseos, vestuarios y sala de estar para dos operadores, que estará ligado con el patio de carrillos de facturación. Contará también con sala de rayos X y un espacio de seguridad para el colector de cintas.

Por su parte, el vestíbulo de recogida de equipaje dispondrá de depósito de objetos perdidos, despacho para la Policía Nacional, sala de rechazados --los que no cumplan las medidas de seguridad--, oficinas de alquiler, almacén y aseos. Bajo la pasarela, y a lo largo de la mampara de vidrio que separará el vestíbulo de facturación del de acceso, se ubicará la aduana y un despacho. Además, habrá otras instalaciones, como la climatización, en las plantas sótano y primera (fachada Este). En el extremo Sur de este vestíbulo se llevará a cabo el control de llegadas de vuelos. Por último, estarán los patios de carrillos. Al norte llegarán los equipajes de facturación y el sur procesará los que regresan de viaje.

Según la memoria del proyecto, la idea de sus autores ha sido diseñar un edificio "modular y flexible" que facilite las cosas al usuario, que desde que entra en el vestíbulo se orientará por la transparencia existente entre los distintos espacios, configurados con diferentes tipos de iluminación. Además, habrá permeabilidad visual hacia la plataforma de estacionamiento.

El proyecto de la terminal, valorado en 24,8 millones y con dos años de obras, contempla un aparcamiento de 244 plazas, la ejecución de una glorieta de conexión con la carretera N-437 de acceso al aeropuerto y al aeroclub y viales de entrada y salida y para las parcelaciones. A esto hay que sumar la ampliación de la pista, que se incrementará en 670 metros hasta conseguir una distancia de 2.050. También variará su ancho, que pasará de 45 a 60 metros, se habilitarán zonas para aumentar el recorrido de despegue y se construirá una plataforma para facilitar el giro de los aviones. Esto, más la torre de control, permitirán disponer de otro pasaporte hacia el cielo.