¡Quién iba a decir que Carmen Sevilla entraría en un teatro a los sones del republicano Himno de Riego! Pues ayer ocurrió cuando la artista accedía al teatro de La Maestranza justo cuando un grupo de manifestantes en defensa de la Memoria Histórica (había casi tantos como policías) pusieron el himno republicano por sus megáfonos. La anécdota muestra que, dentro de la seriedad lógica y exigida en el acto central del Día de Andalucía, pueden encontrarse gestos de simpatía que suponen el lado más humano de una ceremonia oficial, incluso en unos tiempos de crisis que hasta parecieron teñir de negro los ya oscuros trajes de los caballeros y, sobre todo, los vestidos de la mayoría de las damas asistentes. El malva, de moda este año, era la única concesión al color de las señoras en casi todo el teatro. Así, destacó como nunca el radiante vestido de la consejera María Jesús Montero, siempre de verde y blanco en las grandes ocasiones.

También puso color en el ánimo el desparpajo de la concertista y maestra de folclore Adela Domingo, un torbellino de serena alegría a sus 79 años, que le hizo cosechar el aplauso del día cuando agradeció el galardón.

Y por supuesto, para bien trajeado, Elio Berhanyer. ¡Faltaría más! La Medalla de Andalucía no se la dan a cualquiera.