El Banco Central Europeo (BCE) respondió ayer a las expectativas de expertos y mercados y bajó los tipos de interés medio punto, hasta el 2%, el nivel más bajo en casi seis años, desde junio del 2003. Con ello, la autoridad monetaria de la zona euro pretende hacer frente al empeoramiento de la situación económica y la amenaza de recesión que se cierne sobre Europa y que ya se ha materializado en algunos países. La decisión, sin embargo, no tuvo un gran efecto en las bolsas, cuyos descensos estuvieron más relacionados con la situación internacional.

La "significativa ralentización" de la economía en la zona euro confirmada por los últimos datos y estudios realizados y el "descenso de la inflación" en los últimos meses han sido las bases de la decisión, como explicó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet. La primera como causa y la segunda por haber otorgado al BCE el margen de maniobra necesario para esta rebaja: "La decisión de hoy ayer para el lector tiene en cuenta que las presiones inflacionistas han seguido reduciéndose, debido sobre todo a un mayor debilitamiento en las perspectivas económicas". Poco antes del anuncio se conoció el dato de inflación en la Eurozona, del 1,6% en diciembre.

POSICION FIRME El presidente del BCE también hizo hincapié en que la institución mantendrá sus objetivos en este sentido para lograr la estabilidad de precios: "Mantendremos firmes las previsiones de inflación en línea con nuestro objetivo a medio plazo de mantener las tasas de inflación por debajo, aunque cercanas al 2%".

Trichet aseguró que desde el banco emisor cuentan con una persistencia de la debilidad económica global en los próximos trimestres aunque también reconoció que las perspectivas siguen rodeadas de un excepcional grado de incertidumbre.

También, por ese motivo, Trichet dejó bastante claro que no habrá otra variación en los tipos hasta marzo, cuando dispongan de más datos sobre la realidad de la tensión crediticia, y que la reunión de febrero no será probablemente significativa en este sentido, puesto que falta poco más de dos semanas para que vuelva a encontrarse el consejo de gobierno del BCE, periodo en el que la situación económica no habrá variado sustancialmente.

MAYOR REBAJA Sin embargo, no son pocas las voces que han clamado por una mayor rebaja de los tipos y que esperaban que la tendencia a la baja continuara también en febrero. Pero el presidente del BCE advirtió que "una bajada pronunciada de los tipos podría aumentar la presión inflacionista", y aseguró que no pueden permitirse caer en una "trampa de liquidez", con tipos de interés muy bajos, lo que representaría algo muy peligroso para la economía y de la que, una vez dentro, "resultaría enormemente difícil salir".