La Biblioteca del Estado, un proyecto que se gestó cuando Carmen Calvo era ministra de Cultura, sigue su camino, aunque a un ritmo más lento del que se planificó. Está previsto que en los próximos días se inicien las catas arqueológicas en el punto donde irá apoyado el edificio, en los jardines de la Agricultura, popularmente conocidos como Los Patos. Estas labores definirán el espacio que ocupará el inmueble sin afectar a los vestigios del pasado. De ello dependerá el proyecto de ejecución, que, según ha explicado la arquitecta Angela García de Paredes --autora del mismo junto con Ignacio García Pedrosa--, está "prácticamente terminado". Ahora, --añade-- "en función de lo que se obtenga en la excavación, seguiremos adelante con el proyecto de ejecución y modificaremos lo que sea necesario en la planta baja".

Todo está listo para iniciar las excavaciones. A principios de mes, la arquitecta viajaba a Córdoba para abordar este asunto en la Gerencia de Urbanismo. "Tenemos todas las licencias municipales y de la Junta para intervenir y solo queda proceder al vallado del solar", explica. En este sentido, indica que disponen también de la autorización de Tráfico para el vallado y la entrada de camiones. Aunque no se atreve a decir el día previsto para su inicio, sus cálculos son que, una vez que empiecen, no se prolonguen más de 20 días, aunque dependerá de la aparición o no de restos de importancia. Si el plazo se cumple, el proyecto de ejecución podría estar terminado para final de año. No obstante, advierte de que si sale algún resto "que varíe sustancialmente la planta baja del edificio, nos demoraríamos un mes más", entrando en el 2009. De todas formas, indicó que las superficies están claras, "la huella en planta no variará, lo que sí puede cambiar es la forma en la que el edificio se apoya en el terreno, pero no su arquitectura".

El aspecto más polémico del proyecto es la rosaleda, que no puede seguir donde está. Este hecho ha suscitado numerosas críticas de colectivos ecologistas. Estos, tras enterarse de la ubicación de la biblioteca, protagonizaron recogidas de firmas en contra. Sin embargo, ni la rosaleda ni ninguna especie arbórea corre peligro. Al menos ese es el compromiso de los responsables del proyecto. El edificio se levantará en el espacio que hay junto al muro de contención de la Avenida de América, que es donde está la rosaleda, y esta "se reubicará delante del edificio en una posición más centrada en el parque y con un tamaño similar". El proyecto mantendrá "inalterado" el arbolado de los dos extremos del solar.