Los rapapolvos de la Unesco por la lentitud en peatonalizar el Centro son merecidos. Hay que trabajar más. Pero se trata del segundo Casco Histórico de Europa, que, además, está vivo con sus 35.000 vecinos, no como en otros sitios con áreas antiguas que son meros decorados. Aquí hay que pensar en vecinos, comercios, servicios... en Córdoba, hasta peatonalizar es un arte. Que se tenga en cuenta cuando se juzgue el esfuerzo y la cultura de la ciudad.