Presidente del Gobierno y candidato del PSOE.

Relacionadas

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la Moncloa, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dado su apoyo expreso a la candidatura de Córdoba a la Capitalidad Cultural Europea de 2016. En una entrevista concedida a los periódicos del Grupo Zeta, Zapatero hace dos paréntesis, uno local y otro andaluz, en su recorrido sobre toda la actualidad nacional que marca esta precampaña.

--Pese a que dos diputados cordobeses hayan sido durante más de tres años ministros de su Gobierno, sigue estando esta provincia entre las escasísimas que aún no ha visitado ¿Por qué nunca ha venido a Córdoba?

--He visitado Córdoba en muchas ocasiones. Pero más allá de visitas privadas u oficiales, el Gobierno de España está apoyando decididamente los proyectos de la ciudad de Córdoba. Aquí se va a ubicar una de las dos sedes de la Casa Arabe, dedicada a Centro Internacional de Estudios Arabes y del Mundo Musulmán. Córdoba, también, se está convirtiendo en un importante nudo del AVE. Y muy especialmente apoyamos que Córdoba, como la ciudad universal que es, sea declarada Capital Cultural Europea en el año 2016.

--¿A quién ayuda más la coincidencia electoral de las elecciones andaluzas con las generales, a Chaves o a usted?

--Desde 1996 el Gobierno de España y el andaluz han gozado de una estabilidad parlamentaria, que les ha llevado, con partidos de igual o de distinto signo, a agotar sus respectivas legislaturas, manteniendo la celebración conjunta de las elecciones. Sería absurdo forzar un adelanto electoral solamente para evitar esta coincidencia y gravoso para los andaluces que se sometieran a dos procesos electorales en fechas muy próximas. En esta legislatura, a diferencia de la anterior, ha existido una plena sintonía ente el Gobierno de España y el de Manuel Chaves y eso es algo que, sin duda, valorarán los andaluces cuando vayan a votar el próximo 9 de marzo. Pero, sinceramente, pienso que, más allá de esta circunstancia de que las relaciones entre los dos gobiernos sean muy buenas, la coincidencia electoral no nos favorece más o menos a ninguno de los dos. Ambos nos presentamos ante los ciudadanos con el bagaje amplio de lo que hemos hecho en esta legislatura, que ha sido muy fructífera para Andalucía y para el conjunto de España, y con propuestas de futuro que comparten una misma visión de progreso para la sociedad.

Por otra parte, en el primer tema del debate político nacional no da un paso atrás. Aunque admite que su optimismo sobre el fin de ETA infundió a los españoles unas esperanzas luego frustradas, Rodríguez Zapatero cree que, tarde o temprano, se demostrará que el proceso de paz contribuyó a erradicar la violencia. Ante el 9-M, apunta, la disyuntiva es sencilla: convivencia o división.

--Ha llamado a la movilización de la izquierda que está "harta de la derecha". Parece que plantea las elecciones más como un voto de castigo a Rajoy que como un plebiscito sobre su propia gestión.

--No, las elecciones no son un voto de castigo ni tampoco un plebiscito. En esta convocatoria electoral elegimos entre un proyecto de progreso y convivencia y un proyecto reaccionario y de división.

--El CIS sitúa en 1,5 puntos la ventaja del PSOE respecto el PP. ¿Por qué, pese a estar en el Gobierno, su partido no ha logrado distanciarse más en estos cuatro años?

--Hay algo común a todas las encuestas: el PSOE gana siempre al PP. La encuesta importante es la del 9 de marzo, cuando los ciudadanos decidirán libremente qué proyecto político quieren para este país. Los debates serán importantes para clarificar los dos proyectos, pero también lo será la campaña, en la que me centraré en las propuestas de futuro que presenta el PSOE para dar respuesta a los problemas económicos y sociales que tienen los ciudadanos. Mi percepción es que el PSOE tiene muchas posibilidades de ganar bien estas elecciones. Mi objetivo es ganar bien. La legislatura ha sido fecunda e intensa, con una estrategia de mucha dureza por parte de PP, con mucha crispación. Esa ha sido su baza, pero creo que los ciudadanos no van a premiar la crispación.

--¿Hay que fijar unas reglas del juego estables para que ningún candidato evite los debates en el futuro?

--Mi empeño ha sido siempre que los haya; es bueno para la democracia y para los ciudadanos. El mismo empeño que puse como líder de la oposición para debatir con Rajoy, aunque entonces no pudo ser, es el que he puesto como presidente. La celebración de debates, y que haya dos, es una buena noticia para todos. Este acuerdo debe servir para que en adelante sea algo permanente, incluida la fórmula que se adopte ahora y que sirva para el futuro.

--¿Lleva el PP la iniciativa en esta precampaña?

--La campaña y la precampaña no son un solo día; son cuatro años. Los ciudadanos valoran los activos de cada partido en toda la legislatura.

--Pero es que el PP siempre ha fijado la agenda. Cuando la economía iba viento en popa, solo se hablaba de ETA, y ahora que no va tan bien sí se habla de economía.

--La agenda en una democracia no la marca el Gobierno, es algo mucho más plural. Si el Gobierno decretara todas las mañanas de qué se habla no sería un sistema muy sano...

--Es que quien lo decretaba era la oposición.

--Es verdad que el terrorismo ha tenido una presencia muy importante en la vida pública, como no puede ser de otra manera. Que haya suscitado tanto interés es normal, pero no lo es tanto que haya ocupado tanta acción de la oposición. El PP ha tenido una actitud de deslealtad profunda, anteponiendo el interés partidista a cualquier otro.

--Todos los presidentes han tratado con ETA, pero usted es el único que lo ha hecho sin el apoyo de la oposición. Para arriesgarse tanto debía de estar muy seguro de que el proceso de paz iba a fructificar.

--Yo matizaría: es la primera vez que en un proceso de diálogo la oposición hace lo que ha hecho el Partido Popular, que a mí me parece bochornoso. La credibilidad que otorgo a Rajoy es nula, después de lo que he vivido en la política antiterrorista. Y lo digo con la autoridad de haber estado cuatro años acompañando incondicionalmente al Gobierno de Aznar y Rajoy en la lucha antiterrorista, que para mí no es política de partidos, es de todos.