Unos trescientos compromisarios procedentes de países de todos los puntos de la tierra se dan cita desde ayer en Córdoba en la primera conferencia internacional sobre turismo, religiones y diálogo entre culturas. En el evento, organizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) se debatirá sobre el papel fundamental que juega la actividad turística como medio de entendimiento entre culturas y religiones y como herramienta que contribuye a "al desarrollo económico, la comprensión internacional, la paz, la prosperidad y el respeto universal", en palabras de Francesco Frangialli, secretario general de OMT.

En similar sentido se pronunciaron tanto el alto represente de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio, como el el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quienes hicieron llegar un mensaje en el que resaltan que el turismo puede promover "el respeto espiritual y cultural entre los pueblos", en un contexto mundial caracterizado "por el aumento de la intolerancia", según Ki-moon. Para Sampaio, "la forma principal de prevenir las tensiones interculturales y nuevas divisiones es mejorar la educación en favor del diálogo, del respeto mutuo y del entendimiento entre culturas y religiones".

Pero, aunque este sea el motivo central de la conferencia y en el que se ha puesto especial énfasis, también las ponencias inaugurales abordaron aspectos más relacionados con la actividad económica y el negocio turístico, al recordar Frangialli que durante el año pasado los desplazamientos internacionales generaron un gasto de 735.000 millones de dólares y movilizaron a casi 846 millones de personas. De esos desplazamientos, según el consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta, Sergio Moreno, un 20% tiene una finalidad cultural, epígrafe en el que cabe incluir el turismo generado por motivación religiosa.

Asimismo, se puso sobre la mesa la necesidad de hacer compatible el cada vez más numeroso flujo de visitantes a los principales focos de atracción de estos viajes con la sostenibilidad y el respeto al enclave, hasta el punto de tener que establecer estrategias que eviten la saturación de visitas que pongan en peligro el destino, según apuntó la secretaria general de Turismo del Ministerio, Amparo Fernández González. Fernández dijo que en España son unos 400.000 los viajes que se realizan anualmente con alguna motivación religiosa.

A este reto se une, dijo, el de hacer compatible el sentido religioso del lugar y el respeto al mismo con el interés turístico.