Lo dijo Soledad Jiménez de Presuntos Implicados cuando le tocó el turno de entregar los premios más esperados de la noche, justo al final de la gala, para resumir su sentimiento actual hacia la música. Lanzó un grito de ¡Socorro! al Ministerio de Cultura, pidió respeto al público en general y unión a los músicos en particular. Con las mismas tres palabras, se podría también resumir lo que pasó ayer en Córdoba, en el marco incomparable del Gran Teatro, antes, durante y después de la primera gala de los Premios de la Música que sale de Madrid para "viajar hacia el sur", como dijo Luis Cobos. Antes de empezar el sarao, intuyendo el caos que envuelve a estos eventos y más cuando acontecen en ciudades poco acostumbradas, muchos pensamos "¡Socorro!". En la puerta, tres decenas de policías organizaban la llegada de los famosos y controlaban a los curiosos. Por una vez, ojeé y reojeé caras nuevas que circularon entre un multitudinario baño de masas por la alfombra roja cordobesa. Dover, Bunbury, El Koala, Miguel Poveda, Cómplices, Tomatito, Def con dos, Macaco, Jorge Drexler, Pereza, Vega, Alaska, Nani y Felipe, Caco Senante una de Las niñas con Andreas el de O´Funkillo y un montón de músicos y famosos de toda índole a los que asaltaban sin piedad las cámaras y el popular reportero del CQC , aclamado por las fans casi más que los artistas. La pregunta más repetida de la noche,