El aceite de oliva es el gran protagonista de esta primera Feria de los Municipios. Está presente en la mayor parte de los stands de los pueblos y, cómo no, a través de la Denominación de Origen de Baena y el expositor de Priego. Tampoco faltan los cosméticos elaborados a base de este zumo en el expositor de Bujalance, ni los muebles de madera de olivo en los de Castro del Río y Nueva Carteya, donde además se pueden encontrar todo tipo de productos fabricados a partir de este material, desde llaveros hasta collares.

También existe una amplia representación de vinos, con la Denominación de Origen Montilla--Moriles, que se pueden degustar a la vez que se presencia el arte de la venencia.

En el expositor de Rute, "lo primero que pide la gente es una copita de anís dulce y un mantecado", destaca Ana Tejero. Sin duda, tentaciones para los más golosos, como la miel de la sierra de Montoro o las golosinas de Doña Mencía.

En Villanueva de Córdoba, se mezclan tradición y gastronomía, con un escenario repleto de utensilios y aliños que se usan en la matanza. Y en Villaralto, se recrean las chozas donde vivían los pastores, a la vez que se muestra una amplia gama de quesos.

Pero adentrarse en la feria es también viajar al pasado. Dos mujeres, ataviadas como en la antigua Roma, perfuman a los visitantes en el expositor de Almedinilla. Algo parecido ocurre en Fuente Obejuna, donde los trajes son los de la representación de la obra de Lope de Vega. De esta forma, llaman la atención sobre los atractivos turísticos de sus pueblos, unos atractivos que en el caso de Cardeña están en el parque natural.

Esto es sólo una parte de lo que se puede ver en la feria, que ya ayer contó con una gran afluencia de público, como señaló la diputada de Desarrollo Económico, Ana María Romero, quien resaltó que se está cumpliendo su objetivo: "que sea la feria de todos".