Los niveles más altos de polen de gramíneas y olivos en el aire comenzarán a detectarse en Córdoba durante la primera semana de junio, aunque no alcanzarán la intensidad de otros años. Esta es la previsión de la Red Española de Aerobiología (REA), con sede en Córdoba, que coordina esta información para todo el país.

Los estudios de este centro prevén que las cotas de polen de gramíneas y olivo este año sean tres veces menores que las de temporadas pasadas. De gramíneas, otros años han detectado hasta 800 granos de polen por metro cúbico de aire en mayo, que este año no han superado los 250. En lo referido al olivo, que no pasará de 1.500, en otras ocasiones se han registrado entre 3.000 y 4.000 granos por metro cúbico, como informó a este periódico Carmen Galán, coordinadora del grupo de investigación de la REA.

SINTOMAS DE ALERGIA En gramíneas, los 25 granos de polen por metro cúbico (considerados nivel medio) ya producen alergia en algunas personas, mientras que en el olivo, los 50 granos ya pueden provocar síntomas. La contaminación en el aire y el posible cambio climático son factores que pueden incidir en el aumento de las alergias, aunque todavía está por demostrar que los años secos con lluvias torrenciales esporádicas desarrollen mejor las proteínas que producen las alergias.

La REA, con sede en el campus universitario de Rabanales, coordina los datos que generan 50 captadores de polen dispersos por toda la Península y Baleares. Las muestras se recogen semanalmente y existe la posibilidad de diferenciar la información por días y horas para conocer la evolución de las concentraciones. Cada centro recoge las muestras de sus aparatos, las examina e incluye en una base informatizada. La UCO es el centro coordinador que combina estos datos con la distribución geográfica de las plantas y las previsiones meteorológicas para hacer una previsión, como la que José Antonio Maldonado (TVE) solicita para el fin de semana.

Córdoba capital posee dos medidores: uno sobre la facultad de Ciencias de la Educación, desde 1982, y otro en Rabanales, desde el 2000, que proporcionan "una idea muy general de lo que ocurre en la ciudad". En la provincia, la aerobiología se alía con el interés agrícola y medioambiental, pues Baena y Priego cuentan con captadores que aplican esta especialidad a la producción de aceituna. Otro medidor instalado en la sierra de Hornachuelos estudia si los datos aerobiológicos pueden ser útiles para la producción de bellota.