La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, aseguró ayer en Córdoba, que si se respetasen las señales de límite de velocidad no hubiese muerto el lince que fue atropellado en la romería de la Virgen de la Cabeza, en Andújar (Jaén).

Coves pidió a los andaluces que "se recupere la esencia" de estas tradiciones pues antes se utilizaban medios de tracción animal, mientras que ahora a las romerías "la mayoría de la gente acude en vehículos" motorizados y apuntó que si se "respetasen las señales de velocidad, probablemente este lince no hubiera muerto". La hembra atropellada era uno de los 44 ejemplares de lince ibérico que el año pasado nacieron en libertad en Andalucía.