Córdoba ha entrado a formar parte de la estrategia de salud digital, impulsada por la Consejería de Salud, gracias a la implantación de las redes de telemedicina Diraya y Mundo de estrellas , premiadas el año pasado por la Comisión Europea. Mundo de estrellas es un entorno virtual que trabaja para mejorar el espacio de tiempo y el entorno de los niños en las aulas ludopedagógicas creadas en los hospitales y los pequeños, mediante vídeo--chats, pueden conectar con otros niños que se encuentran en sus mismas circunstancias en otros centros hospitalarios. "No es sólo un entretenimiento, sino que permite el desarrollo personal del niño y le ayuda a superar un episodio traumático", señala el delegado de Salud. Por su parte, el programa Diraya es un producto que ha partido prácticamente de Córdoba que permite el acceso a la historia de salud digital del paciente de forma prácticamente inmediata para que sus episodios clínicos puedan ser consultados por su médico de cabecera y pedir cita telemáticamente con el especialista. Incluso el Diraya nace con vocación para que se puedan consultar esos datos en otra comunidad autónoma, mediante la tarjeta sanitaria que es la clave de acceso a la información.

LOS PIONEROS

El centro de salud de Santa Rosa y las Urgencias del Reina Sofía han sido los pioneros en Córdoba en contar con la historia de salud digital y desde mañana se implanta también en Lepanto. Cuenta también con la opción del Intersas, una oficina virtual que permite a los usuarios realizar gestiones con la firma electrónica que se puede tramitar en la Delegación de Salud. Otra aplicación del proyecto Diraya es la Receta XXI , que se pondrá en marcha en unas semanas por primera vez en Córdoba en el centro de salud de Alcolea y que se extenderá a lo largo del resto de instalaciones de atención primaria en este año, asegura Jesús María Ruiz. Además, los farmacéuticos tendrán que contar también con los programas informáticos específicos de este servicio. El médico prescribirá, a través de este programa que tiene instalado en el ordenador, los medicamentos que el paciente necesite para su enfermedad y para el tiempo que considere oportuno, evitando que el usuario tenga que realizar nuevas visitas cuando se le termine el fármaco a lo largo del tratamiento y que el médico pierda también tiempo, pues está comprobado que gran parte de las consultas de atención primaria se destinan exclusivamente a recetar. Los datos de dicha prescripción se grabarán en una Central de Dispensación (base de datos centralizada) a la que accederán las oficinas de farmacia.

Los fármacos prescritos se imprimirán en un nuevo modelo de receta, en la que el médico, además de la pauta de administración (tiempo de duración del tratamiento o número de tomas al día) podrá incluir las recomendaciones que considere oportunas para el enfermo. El paciente cuando vaya a la farmacia a por sus medicamentos presentará, además de su receta, la tarjeta sanitaria y este documento será introducido por el farmacéutico en la central de datos de su ordenador, que le indicará el tratamiento recetado, si el usuario es pensionista o activo y cuándo debe volver para la próxima dispensación. El registro cuenta con los datos bancarios del cliente y le carga en su cuenta el coste de lo recetado.