En Francia, la ola de calor ha abierto un debate sobre las condiciones laborales y el sufrimiento de los trabajadores con las altas temperaturas. El periódico Libération lo sintetizó el pasado miércoles en su título de portada: "Hace demasiado calor para trabajar". El diario recogió las quejas de trabajadores de fábricas, que soportan las temperaturas dignas de un horno con un casco en sus cabezas, así como las de secretarias, ejecutivas y empleadas que deben vestir uniformes o trajes, en oficinas donde no siempre el aire acondicionado es eficaz.

Por otro lado, la ola de calor que azota a Suiza ha causado que los glaciares comiencen a fundirse a 4.000 metros de altura. Los especialistas han considerado como muy raro el fenómeno.