Manuel Algar era ayer un hombre feliz. Este año piensa jubilarse; después de 14 años vendiendo lotería, repartir este premio ha sido una de sus mayores satisfacciones. "Para nosotros es la mayor alegría. Repartir suerte es nuestro trabajo y cuando llega el Gordo... te puedes imaginar", comentaba. Esta administración ya repartió 90 millones de pesetas en 1988. "En 1992 dimos 876 millones del primer premio del sorteo anterior al de Navidad y en 1999 repartimos otros 200 millones de un segundo premio". Algar no llevaba ningún décimo del número premiado, aunque dice que "haber repartido este premio ya es suficiente motivo de alegría".