Soy una suscriptora del periódico al cual admiro con afecto. Tengo 91 años y nací en el barrio más emblemático de la ciudad de Córdoba (La Judería). 

Paseando el pasado 10 de octubre visité ese barrio tan turístico, y entre otros lugares visité la maravillosa Calleja de las Flores, llevándome una gran decepción. Al entrar, a la derecha, se divisa un enorme desconchón en la pared, que acusa un poco de abandono.

El exorno referente a macetas no estaba cuidado, sigo observando que hay varias alcayatas como reclamando macetas de frondosos geranios o preciosas gitanillas, como se engalanan en el festivo mes de mayo luciendo con todo su colorido, alegrando la visita de quien la observa.

Adentrando en la Calleja observo que la bella e histórica fuente está vergonzosamente sucia y abandonada, pues la verdina y los mosquitos cubren toda la superficie y el fondo de la misma.

Es una lastima que Calleja de tanto interés turístico esté en un estado tan deplorable para todo el que la visita.

Esta emblemática fuente siempre ha conservado su transparencia en el agua, tanto que siempre se reflejaba la imagen de las personas que se asomaban al brocal de la misma.

Por favor, ruego que a quien corresponda, no demuestre indiferencia ni apatía, preste el máximo interés para subsanar estos defectos que tanto desentonan en la Calleja de las Flores.