Después de tres meses de ingreso hospitalario en Reina Sofía a causa de una grave enfermedad que la vida nos presentó por sorpresa, mi marido ha fallecido.

Durante este período de tiempo hemos podido comprobar los buenos profesionales sanitarios que tenemos. Han luchado día a día por sacarlo adelante con empeño, ilusión, cariño y profesionalidad. Profesión muy bonita, pero dura y difícil de ejercer, en la que se plasma la calidad humana.

Mi más sincero agradecimiento a todo el equipo de Cirugía Digestiva del hospital y a todo el personal de la cuarta planta módulo A, y al gran equipo de anestesia y reanimación de la U. C. P, gente joven con vocación demostrada. Al igual que un sincero agradecimiento al grupo de sacerdotes que nos han ayudado.

M. Ángeles Marfil

Córdoba