Además de alcalde de uno de los municipios más extensos de España y el décimo en población, es usted el regidor de uno de los cascos históricos Patrimonio de la Humanidad más poblados. Solo eso ya suena ‘fuerte’... e implica responsabilidad, ¿no?

Y un casco histórico de los más extensos de Europa. Y sí... sobre todo supone responsabilidad. Por ejemplo, ante ese proceso del que se viene hablando hace tiempo de la gentrificación, que vacía de vecinos los cascos históricos. En Córdoba, afortunadamente, a las cifras de población me remito, ese proceso no se ha generalizado. Ciertamente, hay algunas calles, por ejemplo en el entorno más inmediato de la Mezquita-Catedral, donde sí se puede dar ese fenómeno; lo que hay que intentar es que no se extienda. Hay que ponerle coto. ¿Cómo? En el reciente congreso internacional de Ciudades Patrimonio, en Quebec, hacía una reflexión que la transmito aquí: Nuestra responsabilidad es cumplir con los retos que nos ponen los vecinos. No con los que puedan poner las piedras, la historia, la arquitectura... El reto lo pone el vecino del Casco Histórico. Hablo de movilidad, medio ambiente, acceso a energías renovables, limpias y baratas... El objetivo es hacer esta zona atractiva para quienes viven en ella.

Buen resumen, pero vayamos por partes. El Centro Histórico ha estado este mes inquieto por incidentes de seguridad, particularmente uno que se grabó y se hizo viral en redes. Se dice que son incidentes puntuales, pero también es verdad que se están haciendo más ‘frecuentemente puntuales’. Al menos así lo perciben los vecinos.

De un compañero del PP, que fue concejal en este Ayuntamiento y alcalde de Montilla, el comisario Federico Cabello de Alba, aprendí una cosa: ante sensaciones de inseguridad por parte de los ciudadanos hay que dar una solución igual a si se tratase de un problema continuado de seguridad. Todo se disparó con ese vídeo que mencionas que se hizo viral. ¿Qué hemos hecho? Pues pusimos un refuerzo de seguridad ya en el primer fin de semana. Y, francamente, incidencias de seguridad, la verdad es que no hubo. Estuvimos controlado terrazas, horarios... pero problemas de seguridad no hay en el Casco Histórico. Yo vivo en otra zona alejada del Centro y también veo, muy de vez en cuando, motos que van pasadas de rosca, un contenedor quemado, una señal arrancada... Pero hay que diferenciar lo que es un problema de civismo de un problema de seguridad.

Ya ha tocado el tema de la llamada ‘gentrificación’, ese riesgo de que el casco urbano se convierta en un parque temático. Sin embargo, hay quien opina que ya se ha perdido la batalla.

Cuando se acercan las elecciones quizá se intenta por parte de la oposición exagerar (sonríe). El Casco Histórico con el centro comercial tiene 37.000 habitantes y es muy amplio. Santa Marina, San Lorenzo, el entorno de San Nicolás o La Trinidad, San Pablo, La Magdalena... Son barrios donde no hay problemas de gentrificación, de vacío de población, de falta de equipamientos educativos o sociales, ni siquiera de falta de actividad comercial. Son barrios muy vivos. Basta con darse un paseo ahora mismo junto al Ayuntamiento y se percibe, no hace falta que venga un experto. ¿Dónde puede que tengamos problema? En diez, en una docena de calles junto a la Mezquita-Catedral, que como en todas las ciudades con un gran monumento son sitios muy apetecibles para la hostelería, para alojamientos, para negocios hoteleros y comerciales. Y es hasta cierto punto comprensible, y con ello no lo estoy justificando, que exista un vacío de vecinos en ese entorno inmediato. Pero ya lo he dicho antes, lo que hay que procurar es que eso no se extienda, que haya más vida, más comercio, negocios, más vida social, más equipamientos públicos (ahí tiene un centro de salud modélico en la calle Lucano)... y no entrar en falsas polémicas sobre el turismo bueno o el turismo malo, porque hay mucha gente que se gana el pan con ello.

Ha hablado del comercio. ¿Es compatible mantener el pequeño comercio tradicional frente a tantas franquicias y hasta con alguna nueva gran o mediana superficie planteada? Lo digo por los planes para reabrir el antiguo Simago.

Vamos a hacer la pregunta al revés: Si mañana dijeran que cierra El Corte Inglés de Ronda de Los Tejares, y esperemos que jamás sea así (hace el gesto de tocar madera)... ¿Eso sería bueno o malo para el comercio local? Yo creo que todos vemos claro que arruinaría a muchos negocios pequeños. Si hablamos de superficies que están integradas y enlazadas en el Centro con el comercio tradicional, lo que hace es traerte más gente. He visto una posición dividida (respecto a Simago). Pero hay otra cosa que quiero dejar clara: No estamos hablando de instalar una nueva superficie comercial, sino de reabrir un local ya instalado. Ese local nunca ha dejado de tener uso comercial, ni siquiera con la innovación del PGOU. Es más, tiene licencia en vigor de uso comercial (no está caducada) y mañana si se quiere puede abrir la persiana. No creo que eso pueda crear polémica y servir de debate de si es bueno o malo para el comercio, porque lo que no crea riqueza de ningún tipo ni atrae a nadie es un local cerrado con carteles, cartones y pinturas en los cristales. Ese vacío sí que le hace daño al comercio que está al lado.

Cambiando de tema: es difícil en un casco histórico tan enorme dar cobertura de servicios municipales. en general, de cualquier servicio público o privado. ¿No?

Es un problema común a todos los cascos históricos, aunque más para nosotros con una zona monumental afortunadamente tan enorme y con tanta población. Además, el equilibrio que hay en el Casco Histórico es muy delicado, cualquier pieza que muevas, cualquier calle que cortes, afecta a todo el Centro. Si vives en un barrio de expansión y una calle está cortada, rodeas la manzana y llegas por detrás. Pero eso no ocurre en el Casco Histórico, una calle que se corte obliga a hacer un plan de tráfico enorme conjugando calles peatonales, otras con restricciones de movilidad, zonas Acire... Y en servicios privados ciertamente el Casco Histórico es menos atractivo porque hay que invertir más para llegar a menos vecinos que si llegas a un edificio de los nuevos barrios y enchufas a la red preinstalada de un bloque. Para ello se creó una Concejalía del Casco que se dedica en esa parte, porque ya tiene más responsabilidades, a atender los vecinos, a estar pendientes de las obras... De entrada, ya hay una persona responsable de todo ello y, luego, tendremos que ir dotando cada vez de más medios a esa concejalía.

«El reto lo pone el vecino del Casco» | FRANCISCO GONZÁLEZ

También hay problemas en busca de autoservicios, por llamar así a esas infraestructuras privadas como son la instalación de paneles fotovoltaicos. Se dijo que se consultaría a la Unesco y ahora parece que es la Unesco la que nos va a ‘consultar’ a nosotros.

(Sonríe) no es exactamente así. Tampoco, como se refleja en las actas del reciente encuentro mundial de Ciudades Patrimonio, en Quebec, el problema de los paneles solares es exclusivo de Córdoba. Es un problema de todos los cascos históricos, porque también está protegido el paisaje aéreo. Nuestro Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Pepch) ya dice que cada teja debe ser de material cerámico. Y si no puede tocarse eso, cuanto más instalar elementos tan llamativos como paneles solares. A eso se une que ya en 2007 hay una regulación del Gobierno de IU en el que expresamente establece una interpretación y la desarrolla para el caso de los paneles solares. Ahora, tenemos que hacerlo compatible. Por un lado, sería una irresponsabilidad por mi parte como alcalde retirar toda regulación y comenzar a dar permisos indiscriminados, porque la Unesco, primero, puede declarar en riesgo y, luego, quitarle a Córdoba esa denominación de Patrimonio de la Humanidad. Insisto, el paisaje aéreo está protegido también en esa declaración. ¿Qué hemos propuesto? Porque algo hay que hacer, porque los vecinos por vivir en esta zona no pueden ser privados de esa fuente de energía renovable, barata y limpia. Nosotros vamos hacer propuestas de acuerdo a circunstancias técnicas que ya está avanzando Salvador Fuentes desde la Gerencia Municipal de Urbanismo. Propuestas por zonas que tienen en cuenta muchos factores. En algunos casos pueden hacer que esas instalaciones sean más caras en unas zonas que en otras. Pero en esos casos pondremos bonificaciones más altas en el IBI o directamente daremos subvenciones. Aunque lógicamente esas propuestas queremos consultarlas con la Unesco para que no metamos la pata. Lo mismo me paso de prudente, pero en ningún caso quiero que esta nueva reglamentación ponga en riesgo la declaración de la Unesco. ¿Y qué es lo que dice la Unesco? Pues que están encantados, dispuestos a colaborar con nosotros y que si la solución que encontráramos aquí fuera buena, la incluirían en sus manuales para que el resto de ciudades pudieran tomar nota y aplicarlas. No es que seamos los ‘más listos de la clase’, no presumimos de eso, pero sí los que estamos más preocupados porque aquí hay muchos vecinos, la energía está muy cara y hace mucho calor y se gasta más electricidad en aire acondicionado. Somos los más avanzados porque la piedra en el zapato nos aprieta más a nosotros que a otros. Pero en todo caso, siempre vamos a ir de la mano de esos organismos de control internacionales.

Hemos hablado de infraestructuras, espacios y equipamientos. Al respecto ahí están pendientes grandes proyectos como el de la manzana de San Pablo, la reconversión de la antigua Zona Militar, el plan Alcázar-Caballerizas, el reaprovechamiento de los cines de verano... Ya hay tarea pendiente, algunas veces desde hace años, ¿no?

Cada uno de esos planes es complejo y va a su ritmo. Aquí, en la manzana de San Pablo, está en marcha esa obra que va a conectar la calle Capitulares con la zona verde de Orive. Fue una operación que abrieron los que fueron responsables en su momento y la que seguimos avanzando a pesar de las crisis que hemos vivido los últimos años. También en el plan Alcázar-Caballerizas hemos dado un paso importante porque ya Caballerizas Reales es de Córdoba, de los cordobeses. Y ahí podrá estar el Centro Internacional de los Caballos. Porque es verdad que es un espacio único, no hay en otro sitio del mundo con esa combinación de caballo y patrimonio ligado al caballo. Si me apuran, y por ser completamente honesto, podría hablar de Viena, pero no es lo mismo ni encuentro otro sitio así en el mundo. Cada vez que voy me maravillo más de la joya que tenemos en Córdoba, como en la reciente edición de Cabalcor. Y eso está relacionado con el Alcázar de los Reyes Cristianos porque la configuración del monumento va a cambiar. Se está actuando en la fachada sur para que haya una entrada directa. En la fachada norte también cambiaremos también la puerta de entrada, y, es otro ejemplo, vamos a tener espectáculo de luz y sonido muy pronto... Los cambios pueden parecer que tardan, pero en la historia de Córdoba, en realidad, se producen en un suspiro y... yo sólo llevo tres años como alcalde (ríe). Estamos avanzando mucho más que muchos mandatos anteriores en tan poco tiempo.

Respecto a esa recuperación del Casco Histórico: las obras en el entorno de la calle Eduardo Dato, según el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Salvador Fuentes, han abierto un periodo de reflexión sobre nuevos materiales sostenibles y viables para los barrios monumentales. Incluso se habla de una reforma del Plan Especial del Casco Histórico (Pepch). ¿Cómo debe ser esa evolución sin que se pierda la esencia?

Los instrumentos urbanísticos son elementos vivos. No pueden tallarse en piedra. Hay que recordar que el Pepch es del 2001 y está muy bien, es un gran instrumento que incluso ha tenido premios internacionales. Yo no lo critico. Pero conviene que algunas partes las revisemos porque desde entonces han cambiado cosas. Por ejemplo, hemos hablado de la gentrificación, un fenómeno que entonces no era tan preocupante. También han cambiado las circunstancias sociales, se han hecho evidentes los cambios en el clima y la necesidad de sostenibilidad... Hoy pagamos la energía mucho más cara que hace unos años, las olas de calor son mayores y más frecuentes... Eso nos tiene que llevar a reflexionar. Yo no tengo las soluciones. No podemos ser tan soberbios para creer que tenemos todas las soluciones. Aquí debe de participar mucha gente. Hay que emplear la gama de materiales introduciendo otros mejores para el calor, buscar más sombras en el Casco Histórico con medios naturales. Y no se trata solo de toldos, hablo de vegetación tradicional, que tampoco tiene que ser solo árboles, y por ejemplo pienso en la solución tradicional de las parras... En todo caso, yo puedo tener alguna propuesta. En la Gerencia de Urbanismo habrá muchas más porque tenemos grandes expertos. Pero también fuera del Ayuntamiento hay gente que sabe mucho de esto: colegios de arquitectos, de ingenieros... hay vecinos con toda su experiencia por vivir en recintos como Los Patios, tenemos dos universidades, expertos de todo tipo... A todos ellos quiero convocar, y lo voy a hacer ya para que entre todos podamos definir qué cambios tenemos que introducir en el Plan del Casco. Necesitamos modular la normativa para dar respuesta a esos nuevos retos, que en el 2001 no estaban presentes, con la participación de todo aquel que pueda aportar.•