¿Quién era Charlie Kirk, el activista conservador, influencer y aliado de Trump asesinado en EEUU?

Un día después de las elecciones del año pasado Donald Trump llamó a Charlie Kirk. El presidente electo tenía mucho que agradecer a ese joven de 31 años. Entre otras cosas, que hubiera sido clave en la movilización del voto joven para el republicano y que, directamente, se hubiera encargado de la organización para llevar a esos jóvenes hasta las urnas en estados bisagra clave como Arizona, donde tenía su sede central Turning Point USA, el influyente grupo que fundó Kirk.

La llamada de agradecimiento del presidente era solo una mínima muestra de afecto personal y del reconocimiento profesional. Y como hicieron cientos de visitas a la Casa Blanca durante el primer mandato o la invitación en sitio privilegiado a la segunda toma de posesión era recordatorio del lugar clave que había alcanzado en el universo MAGA y en el círculo más cercano al presidente Kirk, asesinado este miércoles en un ataque de violencia política que sacude y conmociona EEUU.

La escalada hasta el núcleo más poderoso del movimiento ultraconservador que domina todo el Partido Republicano y la derecha estadounidense fue un camino gradual y continuado para Kirk. Y su punto de partida estaba en 2012, cuando con solo 18 años y dos días después de acabar el instituto, este hijo de arquitecto y consejera de salud mental que se había criado en un 'suburb' acomodado en las afueras de Chicago fundó Turning Point USA, una organización conservadora que buscaba predicar el evangelio entre los jóvenes del mercado libre y el pequeño gobierno.

Ya incluso antes Kirk había empezado a destacar por sus ideas conservadoras y su talento para transmitirlas. Publicó una columna en Breitbart que llamó la atención e hizo que fuera invitado a hablar en Fox News y, de ahí, a dar una conferencia en una universidad, donde dejó políticamente prendado a un veterano activista del Tea Party que le instó a dedicarse a propagar su mensaje por los campus.

Es lo que Kirk hizo y en vez de estudiar estableció Turning Point USA, un poderoso ente que ha acabado teniendo capítulos en cientos de institutos y universidades y se ha convertido en parte de un entramado conservador que hace un par de años tenía 94 millones de dólares de ingresos.

"Guerras culturales"

En esa época temprana Kirk demostró dotes para moverse, relacionarse y atraer no solo atención sino también fondos. Sin abandonar sus ideas originales fue redirigiendo el foco de su grupo para centrarse sobre todo en las llamadas “guerras culturales” y el abrazo de las causas más ultraconservadoras, incluyendo la cruzada contra lo que llaman “ideología de género”, lo “woke” o las denuncias de supuesta represión y discriminación de los conservadores en el mundo académico o mediático. 

Iba expandiendo su infraestructura en el universo mediático digital, que ha acabado siendo imponente e influyente tanto en redes sociales, incluyendo TikTok, como en su podcast.

Todo ayudó a que en 2016, después de haber apoyado en primarias a algunos rivales de Trump antes de abrazarlo como candidato, fuera el orador más joven en la Convención Nacional Republicana,. Poco después empezó a trabajar para y con Donald Trump Jr., Y a partir de ahí fue intensificando lazos y apoyos en el círculo más cercano de Trump y haciendo crecer su propia figura. Tras la primera victoria de Trump volvió a poner el foco en los campus y a la vez fue acrecentándose su relevancia como activista, organizador, orador y, también, como provocador. 

La agenda profundamente conservadora estaba ahí, y estaban los ataques a los inmigrantes, la frontera, el Partido Demócrata,… “El odio y resentimiento de la clase dirigente de izquierdas por los hombres blancos protestantes anglosajones es real”, había denunciado en una ocasión Kirk, que también abrazó teorías conspiratorias xenófobas como la del Gran Reemplazo. .

En 2020 también ayudó a propagar las mentiras sobre un inexistente fraude electoral. Y nunca dejó de estar al lado de Trump.

Lo que hizo Kirk, especialmente después de la pandemia, fue volver más y más atención hacia la religión. Evangélico y representante del nativismo cristiano blanco que tanta fuerza y poder ha ganado en EEUU, fundó Turning Point Faith, otro de los tentáculos de su conglomerado, del que también forma parte Turning Point Action, que fue clave en la campaña de 2024. Fue, asimismo, uno de los primeros líderes conservadores en ver el potencial de J. D. Vance, al que Trump acabó eligiendo como vicepresidente.

Kirk se movía con una meta: "transformar la cultura" y según explicaba a un reportero de 'The New York Times' que en febrero publicó un perfil sobre él pensaba hacerlo con "más capítulos en institutos, en campus", con redes sociales y el podcast y "una especie de ejército de influencers". En aquella entrevista decía también que sentía que esa transformación, una vez que las grandes tecnológicas han dado la oportunidad al movimiento conservador, ya la habían logrado.

Estaba casado y tenía una hija y un hijo pequeños. Y siempre mantuvo la defensa a ultranza de la Segunda Enmienda y la oposición feroz a cualquier medida de control de armas. En 2023, por ejemplo, en uno de los actos de Turning Point Faith pronunció una frase que después de su asesinato el miércoles resulta más demoledora: “Creo que desafortunadamente merece el coste de tener algunas muertes por armas cada año para que podamos tener la Segunda Enmienda para proteger otros derechos que nos ha dado Dios. Es un acuerdo prudente. Es racional", dijo.