Guerra en Oriente Próximo

Israel e Irán siguen con sus bombardeos recíprocos mientras Trump asegura que puede acabar con el conflicto "fácilmente"

En conflicto entre los dos países, empezado el viernes tras el primer ataque israelí a gran escala contra la República Islámica, han muerto al menos 151 personas, la gran mayoría de ellas en territorio iraní

Estambul

Irán e Israel, en guerra —no declarada— desde este viernes, han seguido durante la madrugada y primeras horas de este domingo con sus bombardeos, ataques, y lanzamiento de misiles recíprocos contra las grandes ciudades y objetivos civiles de ambos países.

Esta escalada bélica, la peor de la historia entre los dos Estados, enemigos acérrimos, empezó este viernes, con el ataque israelí sin precedentes contra Teherán y varias plantas nucleares iranís. En ese ataque Israel consiguió asesinar a gran parte de las más altas esferas militares de la República Islámica, incluido el jefe del Estado mayor iraní, Mohammad Baqerí, y Hoseín Salamí, líder de la Guardia Revolucionaria, el cuerpo de élite político-militar del país persa. 

En total, desde el viernes, la cifra de muertos confirmados entre ambos bandos asciende ya a 151: 81 el viernes —78 de los cuales ocurrieron en Irán, y tres en Israel—; 60 el sábado tras el bombardeo contra un edificio residencial de 14 plantas en Teherán; y 10 este domingo por la madrugada en Israel. La cifra de fallecidos real, sin embargo, es más alta que la confirmada, porque la República Islámica no ha reportado la totalidad de muertos en su propio territorio.

Este domingo, a diferencia de los días anteriores, Irán consiguió, con sus salvas de misiles, penetrar ampliamente la Cúpula de hierro, el sistema de defensa antiaérea de Israel. Los impactos de los misiles hipersónicos iranís destruyeron varios edificios residenciales en Tel Aviv, y impactaron contra la ciudad costera de Haifa

El Estado hebreo, por su parte, atacó, durante las primeras horas del domingo, varias sedes regionales del Ministerio de Defensa iraní, y la refinería de Sahran, al norte de Teherán. A mediodía, Israel lanzó un gran ataque más contra Teherán y, de hecho, consiguió asesinar varios científicos del programa nuclear iraní con, al menos, cinco atentados con coche bomba dentro de la capital de la República Islámica.

La cifra de fallecidos en el Estado hebreo, así, es mucho menor que en el país persa, ya que Israel consigue determinar cuándo son disparados los misiles iranís, y activar las alarmas antiaéreas para que su población se refugie en búnkeres subterráneos. Irán, tras décadas de sanciones y aislamiento internacional, no tiene la capacidad militar de predecir —ni parar— los ataques de Israel, que se han centrado sobre todo en áreas civiles de la capital iraní, además de las plantas nucleares de la República Islámica. 

Saboteo de las reuniones

Irán, así, acusa a Israel de lanzar sus ataques contra el país persa para sabotear y romper las conversaciones que, desde hace dos meses, Teherán y Washington llevan a cabo en Omán para revivir el acuerdo nuclear iraní, roto por el propio presidente estadounidense, Donald Trump, en su anterior mandato. 

Este domingo, de hecho, estaba prevista una reunión entre EEUU e Irán, que ha sido cancelada por los propios iranís, que acusan al presidente estadounidense de haber participado, permitido y aceptado el ataque de Israel. Irán ha amenazado con atacar también posiciones y bases estadounidenses en Oriente Próximo. Fuentes anónimas a la agencia 'Reuters', sin embargo, han apuntado que Washington ha bloqueado —de momento— un plan israelí para asesinar al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí.

“Si Irán nos ataca de cualquier forma, sea como sea, toda la fuerza y poderío de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos les caerá encima en unos niveles como nunca han visto antes”, ha dicho Trump este domingo en sus redes sociales. “Aun así, podemos fácilmente conseguir un acuerdo entre Irán e Israel, y terminar con este conflicto sangriento. De hecho, llegarán a un acuerdo, de la misma forma que yo conseguí que la India y Pakistán lo hiciesen. [...] ¡Tendremos paz pronto! Están habiendo ya muchas llamadas internas. Estoy haciendo mucho, y nunca me llevo el crédito de nada. Pero está bien, la gente lo entiende", ha continuado el multimillonario estadounidense.

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