Elecciones
Los conservadores pierden su mayoría en Japón
El fin de la mayoría del Partido Liberal Democrático empuja al país a la incertidumbre
A Japón le esperan tiempos turbulentos tras el más que probable fin de la mayoría conservadora. El Partido Liberal Democrático (PLD), acostumbrado a la hegemonía incontestada, padeció este domingo un revés imprevisto en las urnas. El nuevo contexto le obliga a una finezza que nunca ha necesitado por la solidez de sus mayorías y ahí le esperan las formaciones progresistas, tradicionalmente irrelevantes y despreciadas, con muchas facturas al cobro. El prestigioso medio Nikkei lo había anunciado en las vísperas: "un escenario de tensiones políticas que no se ha visto desde 2009". En ese año perdieron los conservadores por primera y última vez las elecciones.
Con el recuento casi resuelto rondaba el PLD los 190 escaños, una cincuentena menos que en las últimas elecciones. Su compañero de coalición, el budista Komeito, también había recortado sus asientos actuales, y la suma de ambos no alcanzaba los 233 escaños que asignan la mayoría en la Dieta o Parlamento japonés. Para Shigeru Ishina, primer ministro y líder del PLD, supone una derrota colosal.
Los comicios de este domingo estaban programados para el próximo año pero a la política japonesa le sobrevino meses atrás el frenesí. El entonces primer ministro, Fumio Kishida, dimitió para revigorizar un partido alicaído por los escándalos después de echar a todos los ministros implicados. En las primarias del mes pasado venció Ishiba contra todos los pronósticos, una voz discordante en las filas conservadoras, tan respetado por las bases como denostado por sus colegas. Ishiba convocó las elecciones anticipadas, seguro de que un mes le sobraría para solidificar su figura en el partido y convencer al electorado de los nuevos tiempos. Ocurrió lo contrario. El apoyo popular del partido cayó por debajo del 20% e Ishiba afrontó las elecciones con razonables dudas sobre su estrategia.
La aritmética
La aritmética le obliga Ishiba a sumar más partidos a una coalición con las costuras ya apretadas por las tensiones entre el militarismo del PLD y el credo budista-pacifista de Komeito. "Perdamos la mayoría o no, debemos emplearnos en discusiones positivas con las formaciones políticas que compartan nuestras políticas para desarrollar el país", decía el domingo el secretario general y número dos del partido, Hiroshi Moriyama.
Será complicado que sea comprensiva la misma oposición que el mes pasado planteó una moción de censura. El Partido Democrático Constitucional ya ha aclarado que cualquier cooperación es "básicamente imposible", según las palabras de su líder y ex primer ministro, Yoshihiko Noda. El Partido Democrático del Pueblo también ha desdeñado la coalición pero no ha descartado colaboraciones puntuales.
Al Ishiba le espera, en el mejor de los casos, una legislatura compleja y fragorosa. Y, en el peor, relevar a Naruhiko Higashikuni como el primer ministro más efímero de la historia japonesa, quien ostenta el récord con 54 días. No es descartable que dimita por su error de cálculo de adelantar las elecciones ni, si decide continuar, que sucumba a las guerras de clanes que han convertido el cargo presidencial en un sillón eyectable. Solo Shinzo Abe ha aunado carisma y fortaleza en las últimas décadas.
Apenas ha bastado un mes para que muchos vean a Ishida como un pusilánime. Los que confiaron en su discurso regenerador y aura independiente han comprobado cómo ha menguado en el sillón presidencial. La semana pasada confesó al Parlamento que cambiar las leyes para permitir las bodas gays y el uso separado de apellidos en los matrimonios, asuntos por los que había peleado, necesitan ahora “de una mayor consideración”.
- Alegría en la familia de Kiko Rivera e Irene Rosales: confirman la llegada de dos nuevos bebés
- Está al revés: uno de los puentes más singulares de España se encuentra en un pueblo de Córdoba
- Un detenido tras la batalla campal entre ultras antes del partido Córdoba CF-Almería
- Las pinturas descubiertas en la macsura de la Mezquita de Córdoba serán recuperadas
- Rubi, entrenador del Almería, sobre la batalla campal: “Que sea la última vez que pase”
- Negocios y vecinos de la plaza El Moreal: 'Esto es una vergüenza, no es fútbol ni pasión”
- Estamos logrando una mejoría de hasta el 60% en pacientes con depresión resistente
- Alberto del Moral cierra el acuerdo con el Córdoba CF y ya es el segundo refuerzo invernal