Guerra en Gaza

Un bombardeo israelí sobre un campo de refugiados de Gaza deja centenares de muertos y heridos

El portavoz de la cartera de Interior palestina, Iyad Bozum, dijo en una rueda de prensa que hay 400 muertos y heridos por la caída de seis bombas "de fabricación estadounidense"

Bombardeo israelí en el campo de refugiados de Jabalia en Gaza.

Bombardeo israelí en el campo de refugiados de Jabalia en Gaza. / Reuters

Ricardo Mir de Francia

Israel sigue convirtiendo barrios enteros de Gaza en escenarios apocalípticos. En uno de los ataques más devastadores de esta guerra, su ejército ha bombardeado el corazón del campo de refugiados de Yabalia en pleno día, el más poblado de la intricada madeja urbanística de la Franja, borrando por completo varios edificios residenciales y dejando cráteres de varios metros. En los vídeos que circulan del incidente se ve a la población sacando cuerpos abrasados de niños y cadáveres cubiertos de polvo. Un hombre abre los brazos y grita con el rostro desencajado: “Mis tres hijos, los he perdido a todos”. En un primer balance, el ministerio de Salud aseguró que hay centenares de muertos y heridos. A diferencia de lo que sucedió con el hospital Al Ahli, esta vez el ejército israelí sí ha reconocido su responsabilidad en la masacre. 

El portavoz Daniel Hagari ha afirmado que el ataque ha servido para acabar con Ibrahim Biari, al que ha descrito como el comandante de Hamás en el norte de Gaza, y “numerosos terroristas”. Hagari también afirmó que el bombardeo del edificio donde Biari supuestamente se encontraba “llevó al colapso de otros edificios”, aunque las imágenes no muestran estructuras desplomadas, sino básicamente convertidas en ceniza. Un total de 20 edificios, según fuentes citadas por ‘The Guardian’. El portavoz militar también recurrió a la narrativa habitual en estos casos para justificar lo ocurrido, al acusar a Hamás, que ha negado que Biari este muerto, de usar a los civiles como “escudos humanos de una manera muy cruel y brutal”. Los heridos fueron trasladados al hospital Al Quds, el mismo al que Israel lleva días ordenando su evacuación mientras bombardea en sus inmediaciones, pero según informa ‘The Independent’ estaría a punto de quedarse sin combustible para seguir prestando servicios. 

Protestas de los aliados árabes de Israel

El desaguisado fue duramente condenado por los aliados árabes más estrechos de Israel, que no solo están cada día más espantados por lo que sucede en Gaza, sino que llevan semanas advirtiendo que Israel estaría coqueteando con la idea de aprovechar la guerra en curso para expulsar a millones de palestinos de sus tierras en una potencial limpieza étnica como la de 1948. Desde Gaza a Egipto y desde Cisjordania a Jordania. “Egipto condena en los términos más duros el ataque inhumano de Israel”, aseguró el Ministerio de Exteriores egipcio. “Es una evidente violación de la ley internacional”. Desde Amán, la diplomacia jordana llamó a la comunidad internacional a “actuar contra Israel para prevenir que continúe con sus crímenes contra los civiles y detenga la guerra”.

No parece que vaya a suceder. Las tropas israelíes siguen avanzando por tres ejes en la Franja con la intención de cortarla en dos y empujar a la población al sur del enclave, a las puertas de la frontera egipcia. El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, dijo la víspera que no habrá un alto el fuego bajo ninguna circunstancia, ni siquiera para permitir la liberación de los 239 rehenes en manos de Hamás en un intercambio de prisioneros, mientras sus militares insisten en que la operación terrestre será larga y dolorosa. Israel ha recocido que al menos dos de sus soldados han muerto en las operaciones cuerpo a cuerpo, al tiempo que aseguran haber matado a 50 “terrorista” de Hamás durante la jornada. 

Bolivia rompe relaciones

Es muy difícil saber en realidad que está pasando sobre el terreno porque el Estado judío impide la entrada a los periodistas y los investigadores en Gaza, una postura que le concede el monopolio de la información. Todo lo que sale de la Franja proviene de periodistas locales, civiles que documentan con sus vídeos y las agencias de la ONU presentes sobre el terreno. Para todos ellos está siendo también un viacrucis. 31 periodistas han muerto ya en los ataques, así como 69 trabajadores de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados. La cifra de civiles supera de largo los 8.000, a los que hay unir más de 20.000 heridos.

Ante la pasividad de las grandes potencias para frenar la guerra, se están produciendo cada día más dimisiones de funcionarios internacionales en protesta por la postura de la llamada comunidad internacional. Este mismo martes además Bolivia ha anunciado la ruptura de sus relaciones con Israel.