Tensión en Asia-Pacífico

Taiwán detecta 37 aviones de combate chinos en su zona de defensa aérea

La cifra se acerca al récord anual de 45 aviones registrado en abril | Las incursiones han activado el protocolo habitual

Un barco de guerra chino navega cerca de un destructor de EEUU cerca de Taiwán.

Un barco de guerra chino navega cerca de un destructor de EEUU cerca de Taiwán. / U.S. NAVY

Adrián Foncillas

Ni un día de sosiego en las aguas y cielos del Asia Pacífico. Decenas de cazas chinos se han acercado durante la mañana del jueves a TaiwánAviones chinos rusos generaron alarmas y protestas en Seúl y Tokio a principios de semana. Y rozaron la colisión un barco de guerra chino y un destructor estadounidense el sábado pasado.

Hasta 37 aviones chinos, entre cazas y bombarderos, ha contado Taipéi en el córner suroriental de su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ, por sus siglas inglesas). Los vuelos han empezado antes del alba y se han alargado durante seis horas, según el ministerio de Defensa taiwanés. Las incursiones han activado el protocolo habitual, que consiste en poner a punto los sistemas de misiles tierra-aire y enviar aviones y barcos a la zona. “Estamos monitorizando de cerca la situación”, ha aclarado en su cuenta de Twitter el Ministerio de Defensa.

La cifra se acerca al récord anual de 45 aviones registrado en abril. Fue la respuesta china a la visita Estados Unidos de la presidenta, Tsai Ing-wen, y su reunión con Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes. Las ADIZ son áreas mucho más extensas que el espacio aéreo proyectado en vertical sobre el territorio nacional y las aguas propias. Su función consiste en dar más tiempo a los gobiernos para responder a una amenaza. No están reguladas por las leyes internacionales y los países las fijan con arbitrariedad.

Pocos gobiernos son más optimistas que el taiwanés: la suya se solapa con la de China e incluso se adentra en su territorio. Pekín solía respetarla pero tras la visita a Taipéi de Nancy Pelosi, antecesora de McCarthy, las incursiones se hicieron más frecuentes. Suelen coincidir con maniobras diplomáticas de Taiwán que Pekín interpreta como desafíos, casi siempre con Estados Unidos de por medio. A la última visita de Tsai a Washington le sucedieron tres fragorosos días de ensayos de un bloqueo marítimo y aéreo de la isla. Se desconoce la razón del exceso matinal.

Solidificación de los bloques

Las maniobras en el Pacífico, un enorme escenario de juegos de guerra, sugieren la solidificación de los bloquesPekín y Moscú practicaron a principios de semana un "ejercicio conjunto de patrulla rutinario", en palabras de la primera. No agradó a Corea del Sur que entraran en su ADIZ sin pedir permiso. Seúl desplegó el martes a sus cazas tan pronto detectó cuatro aviones chinos y otros tantos rusos para "prevenir choques accidentales" y ayer presentó una queja formal a sus embajadas.

El Ministerio de Defensa pidió también a los dos países que "tomen las medidas necesarias para evitar que se repitan las incursiones" y subrayó las "tensiones regionales" que provocan. También Tokio había ordenado el martes que despegaran sus cazas en respuesta a los cuatro bombarderos chinos y rusos que sobrevolaron el Mar de Japón antes de virar al Mar de China Oriental.

No es la primera vez que las maniobras chinorusas incomodan a Corea del Sur Japón. La primera ya envió a sus cazas en noviembre del pasado año cuando detectó los bombarderos en su ADIZ y la segunda, seis meses antes, había protestado por las maniobras que coincidieron con la cumbre en Tokio del QUAD, una organización de Defensa apadrinada por Washington.

Mundo polarizado

La zona refleja las convulsiones de un mundo cada vez más polarizado. La anunciada apertura de una oficina de la OTAN en Tokio, la primera en Asia, ha disparado todas las alarmas en China, alineada con Rusia en acusarla de atizar el fuego en Ucrania. En las rutinarias maniobras militares se aprecia un cuidado exquisito en todas las partes por evitar un enfrentamiento fatal pero la densidad creciente de barcos y aviones de guerra alimenta el riesgo a un accidente.

No estuvo lejano el fin de semana cuando apenas un centenar de metros evitaron la colisión de un barco de guerra chino y un destructor estadounidense en el Estrecho de Taiwán. La cumbre de Seguridad del fin de semana en Singapur evidenció la falta de diálogo entre las dos potencias. China rechazó la reunión bilateral ofrecida por Estados Unidos, hastiada por el contraste entre la buena voluntad que pregona y su pulsión por pisarle todos los callos. El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, mostró su "profunda preocupación" por la negativa china a pactar "mecanismos para la gestión de crisis". Las crisis se evitarán, señala Pekín, si Estados Unidos deja de pasear sus barcos y aviones frente a sus costas.