Guerra en Ucrania

Putin se compromete ante Xi a reanudar las negociaciones de paz con Ucrania lo antes posible

El presidente ruso considera el plan de paz chino de 12 puntos como "la base de un acuerdo pacífico" cuan estén "dispuestos a ello" | Ambos mandatarios dan luz verde a la construcción de un nuevo gasoducto con China que permitirá al Kremlin incrementar sus exportaciones de gas

Russia's Putin holds talks with China's Xi in Moscow

Russia's Putin holds talks with China's Xi in Moscow / SPUTNIK

Àlex Bustos

El plan de paz de doce puntos para arreglar la "cuestión ucraniana" que propuso Pekín convence bastante al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que lo considera como una base sobre la que construir la paz en el este de Europa. El mandatario se ha comprometido con su huésped, el presidente chino Xi Jinping, a quien ve con buenos ojos para erigirse en un posible mediador con Kiev, a reanudar lo antes posible las conversaciones de paz.

Pekín hizo publico el documento el pasado 24 de febrero de este año, justo coincidiendo con el primer aniversario del inicio de la ofensiva rusa, en el que exponía en una docena de apartados su postura respecto a una posible solución política para el conflicto rusoucraniano. Entre ellos, destaca el respeto a la integridad territorial "de todos los países", la retirada de sanciones para Rusia, un alto al fuego y el inicio de las conversaciones de paz.

Tanto EEUU como la UE se mostraron críticos con el documento de Pekín. Para Washington, la propuesta debería haberse quedado en sus primeras frases, las referentes al respeto a la soberanía e integridad territorial de los países. Además tal y como como destacó el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, la paz "tiene que ser buscada desde el comienzo con la inclusión de la perspectiva ucraniana". Una postura parecida esgrimió Úrsula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea , que apuntó que "la posición de China se basa en el enfoque erróneo de los llamados intereses y preocupaciones legítimos de seguridad de las partes, lo que implica una justificación de la invasión ilegal de Rusia y difumina el papel del agresor y el agredido".

Antes de la visita de Xi, Moscú evitó oponerse frontalmente contra los doce puntos, aunque consideró que eran insuficientes. Desde que el presidente chino aterrizó el lunes a la capital rusa, el Kremlin ha cambiado el tono. "Consideramos que muchas de las provisiones del plan de paz planteado por China están de acuerdo con los pronunciamientos de Rusia, y pueden ser tomados como la base de un acuerdo pacífico cuando Occidente y Kiev ya estén preparados", ha admitido el máximo dirigente ruso. No obstante, en opinión del líder del Kremlin, semejante eventualidad está aún muy lejos de materializarse. "Por el momento, aún no vemos semejante disposición de su parte", ha prevenido.

Por su parte, Xi ha transmitido a su homólogo ruso que en la comunidad internacional existe un clamor generalizado en favor de la paz. "La mayoría de los países apoya que se alivien las tensiones", ha manifestado, enfatizando a la vez que "existen voces racionales y pacíficas constantemente en aumento". "Quieren que se promueva la paz y las conversaciones, y se oponen a que se añada más leña al fuego", ha destacado.

Retirar tropas de Ucrania

La propuesta también se ha leído en Kiev, que señala que antes de aplicar cualquier plan, se deberían retirar las tropas rusas del territorio ucraniano, incluidas las cuatro regiones ucranianas anexionadas por Moscú en septiembre. Volodímir Zelenski está a la espera de ser el siguiente en conversar con Xi Jinping cuando acabe su viaje al gigante del norte.

Las conversaciones informales matinales se prolongaron cuatro horas y media, durante las cuales Putin y Xi se sentaron junto a los ministros de Exteriores y Defensa de ambos países. Por la parte rusa además también estaban presentes nombres importantes del oficialismo ruso como el subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente, Dmitri Medvédev, jefe del partido del Kremlin; la presidenta del Banco Central, Elvira Nabiúlina, y el director del Servicio Federal para la Cooperación Técnico-Militar, Dmitri Shugáev.

Al término de las mismas, ambos líderes han emitido una declaración conjunta, en la que han expresado su aversión por la guerra nuclear, un conflicto "en el que no puede haber ganadores y nunca debe desatarse". Han hecho énfasis en que su "relación especial" no es ninguna una alianza "político militar". También han comentado su preocupación respecto a la militarización del continente asiático, donde Pekín y Moscú son dos de las principales potencias.

Al acabar las conversaciones informales, en la sala San Jorge del Kremlin, tras escuchar los respectivos himnos nacionales, ambos líderes han hablado del tema central de este encuentro, la cooperación económica entre ambos estados, reforzada por declaraciones de cooperación estratégica y planes de interacción económica que firmarán antes de que Xi se vaya de Rusia.

El líder ruso ya pronosticó el lunes que este año el comercio chino-ruso supondrá hasta 200.000 millones dólares. Y uno de los puntos clave en ese aumento de las relaciones económicas es la luz verde al proyecto del gasoducto Fuerza de Siberia 2, que cuando se ponga en marcha podrá bombear hasta 50.000 millones de metros cúbicos de gas natural desde Siberia al oeste de China. Una iniciativa de este tamaño permitiría a Rusia aumentar significativamente la venta de hidrocarburos al gigante asiático, en un momento en el mercado europeo ha dejado de existir debido a las sanciones decretadas por Bruselas a raíz de la ofensiva sobre Ucrania.