Relaciones bilaterales

Rabat saca rédito del giro de España sobre el Sáhara: un puente para Europa y Sudamérica

Desde el apoyo español al plan de autonomía para la excolonia de hace un año, Madrid y Rabat han vuelto a levantar puentes para dejar a atrás la crisis diplomática de 2021

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, durante una reunión con su homólogo marroquí, Naser Burita.

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, durante una reunión con su homólogo marroquí, Naser Burita. / EFE

Marc Ferrà

Un túnel submarino que conecte ambas orillas del estrecho de Gibraltar. Un proyecto que hace décadas que da que hablar en los medios, pero que nunca se ha llegado a concretar. Estas últimas semanas, el hipotético túnel ha reaparecido en los titulares de los medios españoles y marroquíes. La buena sintonía entre los países vecinos, después de la crisis diplomática de 2021, ha provocado que se vuelva a especular sobre este proyecto. Esta nueva relación también se ha traducido en el reciente anuncio de la integración de Marruecos en la candidatura de España y Portugal para albergar el Mundial de fútbol masculino de 2030.

Este sábado se cumple un año de la carta de Pedro Sánchez a Mohamed VI en la que definía el plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como "la base más seria, realista y creíble para resolver las diferencias". Un año de reconciliación que ha logrado borrar y dejar atrás la peor crisis diplomática en dos décadas entre España y Marruecos. Un tiempo que también ha servido para escenificar, en cada visita de representantes españoles al país magrebí, el giro de Moncloa sobre el Sáhara. Desde esa carta, Sánchez ha viajado a Rabat en dos ocasiones y se espera que vuelva pronto para mantener otro encuentro con Mohamed VI. Además, los ministros de exteriores, español y marroquí, se han reunido hasta en ocho ocasiones en un año.

En Marruecos, esta nueva posición del Gobierno español se ha visto como una avance importante, especialmente por el peso histórico que tiene España sobre la excolonia. Amin Ater, jefe de redacción de la revista Tel Quel, una de las más populares en Marruecos, explica que "ahora las cosas están más claras". También defiende que la declaración de Sánchez "ha sido una prueba de voluntad y un gran paso para cimentar las relaciones entre ambos países". Según el periodista, la relación con España es muy valiosa por el peso que tiene en Europa, especialmente en el contexto actual de tensión entre Rabat y París. Además, defiende que Marruecos está diversificando y expandiendo sus lazos con los países de Sudamérica y que es importante tener a España como socio. 

Elogios a la postura española

Otros medios marroquíes, como el digital Yabiladi, explican que "el Gobierno español sigue resistiendo a las presiones internas y externas", en referencia a las reticencias de Argelia y Podemos al apoyo de Sánchez al plan de autonomía. El Gobierno marroquí ha defendido en varias ocasiones que las relaciones bilaterales entre países viven una nueva etapa gracias al apoyo español a los planes de Rabat. Precisamente, durante la visita de Sánchez a Rabat, en febrero, durante la Reunión de Alto Nivel, el presidente del Ejecutivo, Aziz Akhannouch, manifestó que "España ha tenido la valentía y el realismo histórico y es algo que elogiamos altamente".

En la cumbre se anunció un aumento de la financiación y facilidades para las empresas españolas que quieran invertir en Marruecos. El país magrebí también abrió las puertas a que estas empresas tengan protagonismo en los futuros proyectos estratégicos, como la renovación de la red ferroviaria. Un paquete de acuerdos que busca ampliar los intereses mutuos, como colchón de intereses, para evitar futuros desencuentros. Ambos países se conjuraron a seguir profundizando en la relación bilateral y dejar a un lado "todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente, en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía", en palabras de Sánchez. Otro de los pilares es la cooperación migratoria, que se ha traducido en una reducción de las llegadas a España, pero un aumento de las detenciones y traslados forzosos de migrantes por parte de las autoridades marroquíes.

La otra cara de la moneda, es la crisis abierta entre Madrid y Argel a causa del apoyo del Ejecutivo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. Actualmente, las relaciones entre ambos países están congeladas y Argelia continúa bloqueando los productos y empresas españolas. Hasta el momento, los envíos de gas no se han visto afectados, aunque Argel ha priorizado estrechar los lazos con Italia para convertir el país transalpino en el principal 'hub' de gas argelino con continente europeo.