GUERRA DE UCRANIA

MQ-9 Reaper: así es el dron estadounidense derribado en un incidente con Rusia en el Mar Negro

Es una de las aeronaves no tripuladas de combate más poderosas de la OTAN | Tiene una envergadura de 27 metros y un peso de algo más de tres toneladas, y una autonomía de 27 horas

MQ-9 Reaper o Predator B dron estadounidense.

MQ-9 Reaper o Predator B dron estadounidense. / WILLIAM ROSADO

Nacho García | Mario Saavedra

Se le conoce popularmente como Predator B (depredador), aunque su nombre técnico es MQ-9 Reaper (Segador). Es uno de los drones de guerra más poderosos del mercado y un estándar de armamento de la OTAN. Es usado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, pero también por la de España, Francia o Italia, entre otros países. Este martes, uno de los MQ-9 Reaper ha sido derribado preventivamente por el propio Ejército de Estados Unidos tras "ser interceptado" por un caza ruso, que ha dejado dañado el motor.

Este ingenio de 25 metros de longitud y más de cuatro toneladas de peso es una aeronave pilotada de forma remota diseñada por la empresa americana General Atomics. Tiene una autonomía de unas 27 horas, volando a altitudes de hasta seis kilómetros, gracias a un motor de turbohélice. La versión "Segador" o Predator B puede llevar cinco veces más carga que su predecesor Predator, en forma de misiles guiados o bombas teledirigidas. En ellos se puede montar todo tipo de armamento como los misiles Hellfire II o bombas de precisión o de guiado láser.

España adquirió en 2015 cuatro de estos sistemas no tripulados por un total de 226 millones de euros, 56 millones de euros cada uno.

MQ-9 Reaper: así es el dron estadounidense derribado en un incidente con Rusia en el Mar Negro.

MQ-9 Reaper: así es el dron estadounidense derribado en un incidente con Rusia en el Mar Negro.

La OTAN alerta a sus aliados

El MQ-9 Reaper es un aeronave de combate. Cuenta con armamento aire-superficie. Por eso, su derribo en circunstancias aún por esclarecer ha hecho saltar las alarmas.

Estados Unidos ha acusado a la fuerza aérea rusa de haber "interceptado y chocado" con un dron estadounidense Reaper sobre el mar Negro y de provocar su caída, un acto que Washington calificó de "temerario". Moscú lo niega. "Nuestro dron MQ-9 estaba realizando operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional cuando fue interceptado y golpeado por un avión ruso, lo que resultó en un accidente y la pérdida total del MQ-9", ha dicho en un comunicado el general James Hecker, comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa. Es la primera vez desde que empezó la invasión rusa que un país de la OTAN admite haber perdido un artefacto en esta región.

"Este incidente apunta al potencial que tienen los drones de provocar escaladas en el actual contexto geopolítico, a pesar de que que la mayoría de los analistas asumen que los drones son, esencialmente, 'desescaladores'", dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Paul Lushenko, profesor de la Universidad de Cornell y autor de "Drones y el orden global". "Va a ser fundamental ver cómo navegan este asunto los responsables gubernamentales, para ver cómo afecta el despliegue de drones en la guerra de Ucrania y lo que esto pueda significar para las esperanzas de un acuerdo negociado posterior", añade.

La Alianza Atlántica ha informado a los aliados sobre el "incidente". Estados Unidos ha dicho que se trata de una maniobra "insegura" y "no profesional" de dos cazas rusos. El suceso ha tenido lugar hacia las 07.03 de la mañana hora local. Un Su-27 ruso golpeó la hélice de su dron MQ-9, según EEUU. Varias veces antes de esa colisión aviones rusos había arrojado combustible y volado frente al dron "de forma imprudente, poco profesional y poco ecológica".

El general James Hecker, comandante de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África, ha dejado claro que Estados Unidos y sus aliados "seguirán operando en el espacio aéreo internacional" y pidió a los rusos que actúen "con profesionalidad y seguridad". Dice e que lo sucedido sigue una tendencia de "acciones peligrosas" emprendidas por pilotos rusos cuando interactúan con aparatos estadounidenses o de sus aliados en el espacio aéreo internacional, incluido sobre el Mar Negro.