ARMAMENTO EN UCRANIA

El misil guiado ucraniano Vilkha ya opera en la guerra y llega más lejos que los HIMARS

Tiene un rango mayor que los HIMARS y eso es clave para poder penetrar en las líneas defensivas rusas

Restos de un misil Vilkha M visto en Ucrania.

Restos de un misil Vilkha M visto en Ucrania. / Vanguard

Mario Saavedra / Nacho García

Se han encontrado restos de un misil guiado de fabricación ucraniana Vilkha-M en el campo de batalla cerca de la ciudad ocupada de Donetsk. Las fotografías muestran la primera confirmación visual de que Ucrania está usando este tipo de cohetes para MLRS (Sistema de Lanzamiento Múltiple de Cohetes, en sus siglas en inglés) fabricados en el país. 

Ucrania ya tiene otros misiles similares, de factura occidental, que ha usado profusamente contra la infantería y las posiciones rusas: al menos 26 lanzaderas estadounidenses M142 HIMARS (Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad), y versiones de los mismos de Reino Unido, Alemania, Francia o Turquía. Pero la versión ucraniana es más potente.

La cabeza explosiva pesa 220 kg, un 250% más que los GMRS, los misiles que usan los HIMARS. Y, sobre todo, llega más lejos: hasta 110 kilómetros, un tercio más. Esto es clave porque Ucrania necesita profundidad de disparo para lanzar contraofensivas, especialmente si quiere recuperar zonas alejadas como las ciudades portuarias del mar de Azov. Rusia las lleva ocupando casi un año y están fuertemente fortificadas. Los Vilkha podrían servir para destruir puentes y fortificaciones levantadas por Rusia en ciudades como Mariúpol. 

“Fragmento de un cohete Vilkha de 300 mm, como se aprecia por los motores de impulso”, apunta el canal de Inteligencia sobre misiles ucraniano Vanguard. “Es parte de un cohete encontrado cerca de Donetsk”. 

Tras este primer indicio, la confirmación llegó desde la Asociación Nacional de Industrias de Defensa de Ucrania. “Sí, el Vilkha ya se ha usado en combate”, ha dicho recientemente Ivan Vinnyk, uno de los directores de la organización durante una conferencia de seguridad en Washington. Posteriormente, Vinnyk confirmó al medio The War Zone que el programa para la fabricación de Vilkha-M comenzó en 2018 y que hay ya unas 100 unidades producidas. 

Variación de los BM-30 soviéticos

Se trata de una variación ucraniana de los BM-30 de la era soviética. Han mejorado, para empezar, la precisión. Para eso tienen una superficie repleta de agujeros que emiten gases propelentes que sirven para orientar y dirigir al misil. 

La clave es la profundidad de alcance. De hecho, se especula con que la lluvia de misiles que lanzó Ucrania sobre la ciudad ocupada de Mariúpol del pasado 21 de febrero, con más de 15 explosiones nocturnas, puede haber sido provocada por un ataque con los Vilkha. Mariúpol es una de las ciudades más alejadas del alcance ucraniano. 

El propio responsable de la industria defensiva ucraniana dijo que espera que tengan listos una cantidad suficiente para la contraofensiva hacia el mar de Azov, a cuyas puertas se encuentra precisamente esa ciudad de Mariúpol. Se especula con que esa lluvia de cohetes ha sido un test, algo que no ha querido confirmar el directivo al medio estadounidense. Sí ha dicho que hay planes de aumentar el alcance de los Vilkha-M hasta los 150 kilómetros. 

Porque el alcance es una de las claves de la munición en esta guerra. Los Vilkha son de rango medio. Estados Unidos ha sido reacio a mandar a Ucrania otros misiles de mayor alcance, porque teme que sean usados para golpear a Rusia en su territorio y esto provoque una escalada que pudiera terminar con el uso de armas nucleares tácticas por parte del Kremlin, que tiene en su doctrina nuclear el uso si su territorio es atacado. Washington, por ejemplo, no quiere mandar los Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS, en sus siglas en inglés) que pueden alcanzar los 320 kilómetros de distancia.

Los Vilkha-M los produce la empresa armamentística pública del Kiev Design Bureau Luch en colaboración con otras empresas de defensa ucranianas. Según sus productores, es diez veces más precisa que los viejos MLRS en servicio en las Fuerzas Armadas ucranianas, según la plataforma Army Technolgy.

La producción en cadena comenzó en 2019, después de unos test realizados en un centro de entrenamiento de la región de Odesa en agosto de 2019, dos años antes de que comenzara la invasión rusa. Pero ya se habían realizado pruebas antes, y el Ejército ya había dado el visto bueno e incorporado el nuevo misil en su arsenal. Se llegaron incluso a exportar, con un primer contrato anunciado para abril de 2021.

El Vilkha-M es un sistema basado en MLRS pesados de la era soviética BM-30 Smerch. La lanzadera es un camión 8x8 con estabilizadores a ambos lados. El módulo de lanzamiento se gira hacia hasta ponerse en perpendicular a la cabina del conductor. Cada uno de los sistemas necesitan un mínimo de cuatro soldados para operarlos. Pueden lanzar un misil único o una serie de ellos sucesivos: hasta 12 en menos de 45 segundos. El error circular es de 30 metros, según Army Technolgy. El sistema de disparo puede ser operado de forma manual o automática, y posee una terminal de vídeo con la información del vuelo. Se dirigen con un sistema que no necesita usar de la geolocalización GPS; que depende de las señales de los satélites y son propensos por ello a medidas de disuasión del enemigo.