Reino Unido

Rishi Sunak teme una rebelión 'tory' liderada por Boris Johnson por el Protocolo de Irlanda del Norte

El primer ministro conservador aplaza la presentación de un nuevo acuerdo negociado durante semanas con la UE ante el peligro de reactivar la guerra interna en su partido

El primer ministro británico, Rishi Sunak, este domingo en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, este domingo en la Conferencia de Seguridad de Múnich. / Pool

Begoña Arce

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha aplazado la presentación del nuevo acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte, que ha venido negociando durante semanas con la Unión Europea (UE), ante el peligro de reactivar la guerra interna en el Partido Conservador sobre el Brexit. Este lunes, el ministro de Exteriores, James Cleverly, anunció que habrá nuevas conversaciones "en los próximos días" tras haber conversado con el vicepresidente de la UE, Maros Sefcovic, y el ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris.

A lo largo del fin de semana los rumores apuntaban a la inminente difusión del contenido del acuerdo, con la idea de que este martes fuera discutido en el Parlamento. Sunak tuvo que pisar el freno y opta por meditar sobre sus opciones, ante el peligro de enfrentarse a una rebelión de un puñado de sus diputados y el rechazo de los unionistas. Boris Johnson y los miembros del llamado Grupo de Investigaciones Europeas, motor de innumerables motines internos en defensa del Brexit más extremo, sospechan que Sunak está haciendo concesiones inaceptables a la UE.

Derrocar a Sunak

El primer ministro estaría a punto de abandonar la Ley del Protocolo para Irlanda del Norte, que permite al Gobierno británico anular unilateralmente partes del Protocolo y pretende poner fin al papel del Tribunal Europeo de Justicia (ECJ). Johnson ha advertido a Sunak que prescindir de esa polémica ley, que él impulsó retando a Bruselas, sería "un gran error". La revisión del Protocolo se interpreta como el pretexto al que se agarra Johnson para reagrupar al sector ultraderechista de los conservadores y preparar su vuelta. Alguien que le conoce bien, el que fuera ministro de Finanzas de David Cameron, George Osborne, comentó el domingo que sería "un error" pensar que está interesado en el problema creado en Irlanda del Norte, con el acuerdo que él mismo firmó. "Boris Johnson está interesado en ser primer ministro de nuevo, como ya se vio con el referéndum sobre el Brexit o el acuerdo de Chequers, con Theresa May". No cabe esperar que actúe responsablemente y como debería, afirmó Osborne durante una entrevista en el 'Andrew Neil Show' de la cadena de televisión Channnel 4. "Es algo que no va hacer, si piensa que hay una oportunidad política en causar problemas. Él quiere derrocar a Rishi Sunak y va a utilizar cada instrumento para conseguirlo y si las negociaciones de Irlanda del Norte son el instrumento va a tomarlo y darle con él a Sunak en la cabeza", añadió. 

Rechazo unionista

Además de Johnson y los 'Brexiters', el primer ministro se topa con la eterna negativa del Partido Unionista Democrático (DUP) a aceptar cualquier versión del Protocolo. El pasado viernes Sunak viajó a Belfast para entrevistarse con todos los partidos políticos norilandeses, con la esperanza de poder desbloquear la situación. "Creo que se han hecho progresos en algunos asuntos y nos alegramos de ello", declaró el líder de DUP, Jeffrey Donaldson después de la entrevista. "Pero creo que hay algunas áreas donde el acuerdo con la Unión Europea siguen pendiente. Esperamos a que se llegue a un acuerdo, pero no estamos ahí y queremos ver el texto final de cualquier acuerdo, para que podamos juzgado por nosotros mismos". El Sin Féin y los nacionalistas del SDLP ven "progreso" y consideran "más madura y constructiva" la manera de enfocar la negociación de Sunak, comparada con la de Johnson o Liz Truss.

Aunque la modificación del Protocolo haga más prácticos y ligeros los controles fronterizos estos no van a desaparecer. La barrera en el mar de Irlanda seguirá ahí, lo que supone una derrota para los unionistas. También les resulta una afrenta constitucional el papel del Tribunal Europeo de Justicia. El DUP no restablecerá la Asamblea de Stormont hasta que se resuelva el Protocolo. La parálisis y la negativa a participar en el Gobierno conjunto con el Sin Féin supone de hecho el rechazo del Acuerdo de Viernes Santo que viene funcionando desde hace 25 años.