Estrategia en Asia

EEUU aumenta la presencia militar en Filipinas en un movimiento criticado por China

Washington tendrá acceso a cuatro nuevas bases militares, posiblemente en zonas cercanas a Taiwán y al Mar del Sur de China

l secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, y su homólogo filipino, Carlito Galvez, presentan el acuerdo para aumentar la presencia militar en el archipiélago, este jueves.

l secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, y su homólogo filipino, Carlito Galvez, presentan el acuerdo para aumentar la presencia militar en el archipiélago, este jueves. / REUTERS

Idoya Noain

Un nuevo punto se suma al mapa de las tensiones entre Estados Unidos y China: Filipinas. Washington y Manila han anunciado este jueves un acuerdo que permitirá a EEUU ampliar su presencia militar en las islas, en un movimiento claramente diseñado para enviar un mensaje disuasorio a Pekín para frenar acciones agresivas a Taiwán y en el Mar del Sur de China.

El pacto, según un comunicado conjunto, representa la decisión de acelerar la puesta en marcha de Acuerdo Mejorado de Cooperación de Defensa (EDCA por sus siglas en inglés), firmado en 2014. Llega meses después de la visita en noviembre de la vicepresidenta Kamala Harris y tras un acercamiento bilateral desde la salida del poder de Rodrigo Duterte y la llegada a la presidencia de Ferdinand Marcos Jr.. Y se ha sellado mientras visitaba Filipinas el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, que lo ha firmado con su homólogo, Carlito Galvez.

Según lo acordado, EEUU tendrá acceso añadido a cuatro bases de las fuerzas armadas filipinas "en áreas estratégicas del país", donde podrá instalar equipamiento militar. Aunque aún no se ha especificado públicamente, tres podrían estar en la zona de Luzon, la isla filipina más al norte y más cercana a Taiwán.

A la vez, Washington destinará 82 millones de dólares a mejorar las infraestructuras también en las otras cinco instalaciones que ya formaban parte del EDCA y a las que desde 2016 tenían acceso las fuerzas estadounidenses, con opción de rotar indefinidamente (la Constitución filipina prohíbe el estacionamiento permanente de fuerzas extranjeras y su participación en combates locales).

Crítica de Pekín

El anuncio del pacto ha sido recibido con críticas de Pekín. Mao Ning, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, ha acusado a EEUU de estar actuando "por interés propio" y de "exacerbar tensiones en la región y poner en peligro la estabilidad y la paz regionales" con el refuerzo de su despliegue militar, que ya cubre desde Japón y Corea del Sur en el norte hasta Australia en el sur.

"Los países de la región deben seguir alerta contra esto y evitar ser coaccionados y utilizados por EEUU", ha dicho Ning.

El acuerdo abre la puerta a la mayor presencia de EEUU en tres décadas en Filipinas, su aliado más antiguo en Asia pero también un país donde parte de la ciudadanía ha mirado con resquemor los vestigios del colonialismo estadounidense. Ese pasado colonial y las huellas de abusos cometidos por los soldados estadounidenses contribuyen al rechazo al acuerdo que han mostrado las fuerzas de izquierdas en el país.

Las dos bases que tuvo en las islas EEUU, que estaban entre sus mayores en el extranjero, y llegaron a tener 15.000 efectivos, se cerraron a principios de los años 90, con la última sellándose en 1992 tras protestas en las calles y una decisión del Senado. Un número mucho menor de soldados estadounidenses empezaron a volver en 1999 en virtud de un Acuerdo de Fuerzas Visitantes.

Importancia estratégica

Los 211 efectivos militares estadounidenses actualmente desplegados en las islas llevan años dando información y asesoría de combate a las tropas filipinas en su lucha contra insurgentes musulmanes. Más recientemente, esas fuerzas estadounidenses han intensificado y ampliado entrenamientos conjuntos de preparación de combate y de respuesta a desastres tanto en la costa oeste, bañada por el Mar del sur de China, como en la región del norte más cercana a Taiwán, de la que solo el separa el canal Bashi.

La importancia estratégica de Filipinas se intensifica además por las aguas de esa costa oeste, la que da al Mar del Sur de China, que dada la densa vegetación subacuática las hacen ideales para el movimiento de submarinos.