Guerra en Europa

Las atrocidades rusas en Ucrania encabezan las mayores crisis de derechos humanos en el 2022

La organización Human Rights Watch hace hincapié en su informe anual en la deteriorada situación en Irán, Afganistán y China, entre otros países

Los fieles asisten al Servicio Divino de Navidad celebrado por Epifanio, cabeza de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.

Los fieles asisten al Servicio Divino de Navidad celebrado por Epifanio, cabeza de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania. / EFE

Begoña Arce

"Hacer caso omiso de las violaciones de derechos humanos conlleva un alto coste y no deben subestimarse los efectos en cadena”. Con esta advertencia, la organización Human Rights Watch ha publicado en Londres su informe anual en el que analiza el estado de los derechos humanos en casi 100 países. El 2022 ha estado marcado por horrores como la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la persecución de los uigures en China y la represión brutal de manifestantes contra el régimen en Irán.

La invasión a gran escala por parte Vladimir Putin en Ucrania en febrero se ha saldado hasta el momento con destrucción y muerte gran escala. "Ejecuciones ilegales, incluidas ejecuciones sumarias, que constituyen crímenes de guerra. Este patrón de atrocidades rusas se ha repetido en incontables oportunidades”, señala el informe. Una parte fundamental de la estrategia del Kremlin parece ser "causar sufrimiento a la población civil, atacando por ejemplo reiteradamente la infraestructura energética de la que dependen los ucranianos para recibir servicios de electricidad, agua y calefacción”. Al mismo tiempo, Putin “ha acompañado sus violentas acciones militares en Ucrania con una represión de los derechos humanos y de activistas en Rusia que promueven esos derechos y repudian la guerra, sofocando la disensión y las críticas al Gobierno”.

Las instituciones internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o la Asamblea General reaccionaron rápidamente ante la crisis investigando, documentando y condenando la invasión. El informe alaba la reacción de los países europeos que recibieron a millones de refugiados ucranianos, “una respuesta encomiable”. Pero también subraya “la doble moral de la mayoría de los países miembros de la Unión Europea con respecto a cómo tratan a innumerables ciudadanos sirios, afganos, palestinos, somalíes y otras personas que buscan asilo”. Human Rights Watch considera que, “los gobiernos deben reflexionar sobre cuál sería la situación si la comunidad internacional hubiera actuado en forma coordinada para que Putin rindiera cuentas mucho antes, en 2014, cuando se desató la guerra en el este de Ucrania; en 2015, por los abusos en Siria; o por la agudización de las medidas represivas contra los derechos humanos dentro de Rusia en la última década”.

Un millón de uigures detenidos

En el caso de China, el informe denuncia “la hostilidad incesante hacia las garantías de derechos humanos” del gobierno del presidente Xi Jinping, quien el pasado año se aseguró un tercer mandato y el cargo para convertirse en “líder de por vida”. El informe detecta profundas violaciones de derechos en todo un país, con sistemas seguridad cada vez más férreos.

Pekín ha llevado a cabo la detención masiva, con internamiento en campos de concentración de un millón de uigures y otras minorías musulmanas, “que son objeto de torturas, adoctrinamiento político y trabajos forzados”, sin libertad religiosa, de expresión y con la destrucción de su cultura. Una situación que “destaca por su gravedad, magnitud y crueldad”.

El Irán el 2022 ha visto una gran ola de protestas tras la muerte en septiembre de Masha (Jina) Amini, una mujer iraní de 22 años detenida por no llevar un “hiyab adecuado”. Sin embargo, el uso obligatorio de ese pañuelo cubriendo la cabeza de las mujeres, “apenas es el símbolo más visible de la represión”. Human Rights Watch considera que la nueva generación de manifestantes en todo el país se hace eco, “de las frustraciones de generaciones pasadas, personas cansadas de vivir sin derechos fundamentales y de ser gobernadas por quienes desprecian insensiblemente el bienestar de su pueblo”. Un gobierno que además de reprimir a la población, la ha empujado a la pobreza por su mala administración de la economía. 

Arabia Saudí

La posición de las grandes potencias, por intereses económicos y políticos, es a veces ambigua. El informe critica a Joe Biden por “el apretón de manos casi amistoso” con el príncipe heredero saudí, Mahammed Bin Salman. Siendo candidato a la presidencia, Biden se había comprometido a hacer de Arabia Saudí un “Estado paria” por su historial en materia de derechos humanos. El príncipe, el líder de hecho de la potencia petrolera, ha sido acusado de estar detrás del asesinato del periodista Jamal Khashoggi y de autorizar incontables ejecuciones de disidentes dentro del país.