Obsequio navideño

Venezuela regala 12 millones de muñecos de 'Súperbigote', un superhéroe con el rostro de Nicolás Maduro

La distribución del regalo estatal provoca controversias en un país donde la pobreza afecta especialmente a los niños | 'Súperbigote' es, además de un juguete, el personaje de un dibujo animado que emite la televisión oficialista

Venezuela regala 12 millones de muñecos de 'Súperbigote', un superhéroe con el rostro de Nicolás Maduro

Venezuela regala 12 millones de muñecos de 'Súperbigote', un superhéroe con el rostro de Nicolás Maduro / TWITTER

Abel Gilbert

El Gobierno de Nicolás Maduro ha ganado una nueva respetabilidad internacional a partir de las necesidades que tiene el mercado de hidrocarburos. El pragmatismo, que lleva la firma de la petrolera norteamericana Chevron, y una menor hostilidad de Washington, ha dejado sus módicos frutos este año. La demonización de su figura se ha atenuado tanto como la tasa inflacionaria. Y, p"Hemos intentado trampas, mentiras", dice Julio Borges, un exaliado de Juan Guaidó. "Fraude, la OEA, pero no vemos luz", se lamenta, por su parte, el socialdemócrata Henry Ramos Allup. El hombre de la capa azul también se bate contra la burocracia socialista. Un empleado público se niega a atender a una anciana. De repente, 'Súperbigote' irrumpe en esa oficina de la displicencia. "Basta, sé quién eres, criatura indolente. Hasta aquí llegaron tus días", le dice al burócrata, sometido a una tunda ejemplarizante.

Para celebrarlo durante la Navidad y el 31 de diciembre, el Palacio de Miraflores ha distribuido gratuitamente nada menos que 12 millones de juguetes con la figura presidencial y su esposa, Cilia Flores, quien según la jerga estatal no es Primera Dama sino la Primera Combatiente del país. Ambos muñecos han sido a la vez investidos de una fuerza imaginaria. Ellos son, en rigor, 'Súperbigote', en honor a los mostachos del mandatario, y 'Súper Cilita'. Más que un modo de entretenimiento, una pedagogía política. "Los niños de verdad están muy contentos y complacidos", dijo la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, durante un acto de entrega en la localidad de Las Tejerías, a unos 70 kilómetros de distancia de Caracas.

En Venezuela se habla de 'Súperbigote' desde 2019. Del dicho al dibujo animado había un paso y se transitó. En el penoso 2021, las pantallas televisivas se encontraron por primera vez con el personaje, vestido con un traje popularizado desde hace casi un siglo por los comics norteamericanos. El Maduro de consumo infantil utilizaba no solo su fuerza indómita sino una retórica bolivariana para enfrentar a villanos como Donald Trump. Aquella caricatura, dotada de una portentosa musculatura, se batía triunfalmente contra otra el ocupante de la Casa Blanca, escondido detrás de un antifaz, así como sus secuaces venezolanos.

Ahora, el paladín ha adquirido materialidad. Un objeto de plástico que, debió pensar el Palacio de Miraflores, avivará las fantasías heroicas de los usuarios. Doce millones de juguetes supone una inversión pública importante en una Venezuela donde, por primera vez desde 2015, solo un 50% de los venezolanos se encuentran en la pobreza. El número sigue siendo lacerante, pero para el Gobierno supone una suerte de proeza propia de 'Súperbigote'.

50% de pobres

El 2022 cierra con un crecimiento económico de 18% después de un derrumbe sistemático a lo largo de casi una década. Durante los meses más amargos de la pandemia, Caritas había reportado que el 45% de los venezolanos no consumía carne, mientras que para el 74% los lácteos habían dejado de pertenecer a la dieta familiar. En menos del 40% de los hogares se comía solo frutas y vegetales. Esta mejora de la actividad económica no ha modificado las condiciones de desigualdad de un país donde, según la encuesta sobre las condiciones de vida de los venezolanos (ENCOVI) que acaba de publicar la Universidad Andrés Bello, casi el 40% de los hogares con mayores ingresos se concentran en Caracas, donde apenas vive el 16% de la población.

ENCOVI ofrece otra cifra de la desolación: solo este año, 190.000 niños abandonaron el sistema educativo por la situación material de sus familias. El nivel de escolaridad ha pasado del 73% al 63%. "Las prioridades están invertidas", se lamentó Belkis Bolívar, de la Federación Venezolana de Maestros. "Regalan juguetes ideologizantes a los niños, pero niegan el derecho a una educación de calidad, a tener un sistema de salud digno".

En este contexto de extendida penuria y un nuevo intento negociaciones con la oposición para encauzar el conflicto interno, el Palacio de Miraflores puso en escena una versión de plástico del culto a la personalidad. Si bien en tiempos de Hugo Chávez circularon muñecos alusivos al comandante bolivariano, 'Súperbigote' supuso un salto en los afanes del estado de representar a su principal figura de la actualidad.

Un sector del madurismo parece tener predilección por los adalides infantiles de "el Imperio". Pocas semanas atrás, otra animación mostró al presidente con los atributos de Iron Man, uno de los personajes de los 'Avengers'. En su peripecia no contó con la ayuda del Capitán América o Thor, sino de Diego Armando Maradona y Chávez, quienes descendieron del cielo para jugar al fútbol con el presidente. La idea perteneció a Rafael Lacava, gobernador de Carabobo, uno de los estados más golpeados por la pobreza infantil.